El abaratamiento del despido parece haberse convertido en uno de los grandes retos del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, quien ayer volvió a defender esta propuesta, argumentando que no supondría un estímulo al aumento del paro. Y es que, a su juicio, más bien generaría el efecto contrario, ya que "el que ahora sea más caro, impide a los pequeños empresarios coger a más trabajadores".

Díaz Ferrán insistió en que actualmente "numerosos empresarios se cuidan de hacer contrataciones, porque saben que luego les costará mucho" rescindirlas. Según apuntó, esto explica también que "haya más contratos temporales que fijos". En opinión del presidente de la CEOE, el mercado de trabajo en España "está demasiado rígido", algo que, teniendo en cuenta la coyuntura de estos momentos, representa "una penalización" para la creación de empleo. Este mismo discurso será el que la patronal ponga sobre la Mesa de Diálogo Social, donde Díaz Ferrán se mostró convencido de encontrar "un eco positivo entre los sindicatos". El fin de ambos, incidió, "es el mismo": la generación de puestos de trabajo.

Como medidas para la flexibilización del mercado laboral, propuso un mayor control del absentismo, la regulación y normalización de las empresas de trabajo temporal y de los contratos a tiempo parcial y suavizar las condiciones de extinción de los contratos de trabajo.

Para el responsable de la CEOE, tras el problema de la financiación, el mayor obstáculo al que se enfrenta la empresa española es la productividad, que "cae año tras año, situándose por debajo de la media europea", lo que influye en su competitividad. Díaz Ferrán señaló que, para mejorarla, "el camino está claro, y hay que hacerlo". Y, aunque subrayó que la patronal "nunca" se levantará de una mesa de diálogo, destacó que el Gobierno "debería tomar medidas, haya o no haya acuerdos".

Por otra parte, se refirió a la "profunda" crisis por la que atraviesa la economía española y, si bien aseguró que será "duradera", aseguró que también abrirá "oportunidades". En cuanto a las medidas que podrían contribuir a salir de ella, abogó por una mayor liberalización de los mercados, privatización de empresas públicas, apoyo a la I+D+I, rebajas del IRPF y cuotas de la Seguridad Social, flexibilización del mercado laboral y diálogo social, entre otras propuestas.