Tan sólo un día después de que EADS anunciara un nuevo retraso, de al menos tres años, en la primera entrega del avión militar A400M -como mínimo, hasta 2012-, el presidente del grupo, Louis Gallois, salió a la palestra a repartir responsabilidades en la demora y ofrecer salidas a la situación. Según sus palabras, recogidas en una nota interna remitida a los trabajadores y subrayadas ayer en rueda de prensa en Newport (Reino Unido), el desarrollo de la aeronave, cuyo ensamblaje final se realiza en Sevilla, atraviesa una situación "crítica" y supone una "seria amenaza para nuestra empresa". Un escenario nada halagüeño para la industria auxiliar andaluza que trabaja en torno a este programa.

El presidente del consorcio aeronáutico europeo insistió en que "se infravaloró la naturaleza y la complejidad del programa" y se marcaron plazos "inalcanzables" como el desarrollo de la aeronave en seis años y medio, "cuando ningún avión militar se hace en menos de diez". Indicó que no busca "pretextos", pero señaló, sin embargo, que no fue sólo un error de su compañía, sino que "tanto proveedores como clientes fueron igualmente culpables". De ahí que la compañía ahora esté buscando una salida para el avión de transporte militar de forma conjunta con los países clientes, después de "estar pagando en solitario un precio muy alto: 1.700 millones de euros en provisiones", reseñó.

Gallois dijo entender la "frustración" de los nueve países que están sufriendo los retrasos en las entregas del aparato, que ya cuenta con 192 pedidos, pero indicó que ha llegado la hora de reorientar un programa que nació bajo un contrato comercial mientras que se trataba de un avión militar. "Sabemos que será complicado convencer a los clientes para adaptar el contrato, pero hay riesgos que deben asumir junto a nosotros en un proyecto de esta envergadura", explicó.

En medio de estas negociaciones, que también darán como resultado el nuevo calendario del programa, EADS planteará a los compradores una "solución puente", que consiste en ofrecerles aeronaves del modelo A330, en su versión carguera, para que puedan resolver parte de sus necesidades de transporte hasta la recepción del A400M. "Veremos los aparatos que tenemos disponibles y se los ofreceremos durante este periodo transitorio", señaló Gallois, que aseguró que sería una buena opción para países como Francia o Reino Unido.

Asimismo, el presidente de EADS explicó que la compañía también ha cedido a otras demandas de los países clientes (concretamente de la OCCAR, agrupación de siete países europeos en materia de armamento) para buscar una salida conjunta al problema. De ahí que haya reorganizado la dirección del programa para que no hubiese dos divisiones implicadas (ahora sólo depende de Airbus) y esté trabajando codo con codo con los proveedores, ya que "nos exigían tener un vínculo más estrecho con éstos para evaluar los riesgos".

De momento, unas 6.000 personas de EADS y unas 1.000 más de los países socios trabajan por encontrar una solución a los escollos del A400M. "Avanzamos a diario, pero aún no puedo decir cuándo tendremos listo un nuevo calendario de actuación", avanzó. El desarrollo del sistema de propulsión, Fadec, esto es, de los motores y el software asociado, está detrás de todos los retrasos del aparato. "Está resultando la parte más crítica del desarrollo, pero una vez que el consorcio fabricante nos lo entregue, la aeronave volará en cuestión de un mes", adelantó. La fabricación en serie empezará una vez que se hayan solventado todas las pruebas con éxito y el programa haya llegado a su "punto de madurez". El impacto en las cuentas de la empresa de las demoras no se conocerá hasta que se terminen las negociaciones con la OCCAR y se disponga de un calendario.

En cuanto a la salud de la empresa, el presidente de EADS afirmó que ha sabido "soportar bien" la situación internacional de crisis. "Nuestra liquidez nos ha hecho pasar 2008 sin muchas turbulencias", afirmó Gallois. Es más, la compañía paralizará sus inversiones con objeto de proteger esta liquidez, que a finales de 2008 ascendía a 9.000 millones de euros. "Limitaremos los gastos de capital a los programas prioritarios, apostaremos por el crecimiento orgánico y no haremos compras importantes", sentenció. Y comunicó que la empresa había abortado la adquisición de una firma estadounidense en el cuarto trimestre de 2008, "prácticamente cuando estábamos enviando el cheque y con el objetivo de preservar nuestra liquidez en tiempos difíciles".

Precisamente, en cuanto a los efectos de la crisis mundial en su sector, el presidente de EADS hizo un llamamiento a la banca para que facilite financiación a las compañías aéreas que desean ampliar su flota. "Los estados han hecho enormes esfuerzos para abrir caminos para salir de la crisis y ahora corresponde el turno a los bancos, que deben dar la financiación necesaria a nuestra industria", sentenció.