El director general de Endesa en Andalucía y Extremadura, Francisco Arteaga, lamentó ayer los costes ajenos que soporta la tarifa eléctrica, que suponen "el 50% de la misma", y que incluyen el déficit derivado de las primas a las energías renovables, el impuesto de la electricidad o el de ocupación de vía pública, generación nuclear e hidroeléctrica, entre otros, así como un 21% de IVA.

"Nos gustaría que los costes ajenos se vieran reflejados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que no se reflejaran en una tarifa eléctrica artificialmente cara, pero estaremos de acuerdo en que los Presupuestos no están para echarle muchas cosas encima", subrayó Arteaga en una conferencia organizada por la Asociación de Directivos de Andalucía, Ceuta y Melilla (Adacem).

El director general de Endesa en Andalucía y Extremadura centró su conferencia en la necesidad de evitar el impacto de la actividad humana en su entorno. "Es un reto cada vez más urgente de abordar", incidió. Esto conlleva alcanzar una economía descarbonizada entre 2050 y 2100, es decir, conseguir no emitir emisiones más allá de las propias de la naturaleza, pero garantizando la seguridad del servicio y con eficiencia.

En este sentido, la compañía apuesta por electrificar la demanda de energía, ya que, en su uso final, la energía eléctrica es "la única que funciona sin emisiones"; si bien, la electricidad también habría que producirla sin la generación de emisiones, es decir, a través de energías limpias como las renovables, que serán "la fuente prácticamente exclusiva de generación de energía".

En el plano económico, ha instado a contar con un precio sostenible para las energías renovables. De este modo, señaló la transición energética que se está produciendo. "No se construyen más centrales térmicas, pero su papel es fundamental. Se irán transformando: de fuente principal a seguro para cubrir los huecos de abastecimiento de las energías renovables. Funcionarán menos, pero será esencial al garantizar que no falte la energía", detalló.

Cuestionado sobre la pobreza energética, Arteaga destacó que se trata de pobreza en términos más amplia, "de necesidades básicas y no sólo de electricidad", por lo que instó a cubrirlas mediante soluciones fiscales. No obstante, apuntó que el sector contribuye a sufragar el bono social, que supone entre el 15% y el 20% del consumidor doméstico en España, al que se le aplica una rebaja del 25%. En cifras conlleva un coste de 200 millones para el sector y sólo para Endesa, 80 millones. Arteaga señaló que algunos de los criterios usados para esta tarifa, como tener contratados menos de 3kW de potencia o ser familia numerosa, no conllevan que haya una necesidad en esa familia para beneficiarse de este bono social. "A modo de ejemplo, es como el riego por inundación, donde no se discrimina dónde tiene que llegar el agua, frente al riego por goteo", explicó.