Economía

Gamesa mitiga la caída trimestral del beneficio de Iberdrola al 5%

  • Galán pide al Gobierno fijar un plan de energía para saber qué papel "jugará" la nuclear y su retribución

Iberdrola registró un beneficio neto de 828 millones de euros en el primer trimestre de este año, lo que supuso un descenso del 4,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según informó ayer la eléctrica.

La compañía explicó que los resultados se vieron afectados por las condiciones meteorológicas en España -con una baja pluviosidad que supuso una menor producción hidroeléctrica y con una menor producción eólica-, por el cierre de la central térmica de Longannet en Reino Unido en marzo de 2016 que afecta a la comparativa del trimestre, y por la situación competitiva en el mercado de clientes en ese país.

El beneficio neto podría haber caído más si no es por los resultados de activos no corrientes, que se dispararon a 256,2 millones de euros, frente a los 29,1 millones del primer trimestre del año pasado. Esto ha ocurrido gracias a la operación de fusión de Gamesa con Siemens Wind, que ha aportado a la energética 255 millones, tras la dilución de su participación del 20% al 8% en la compañía fusionada, incluidos los 198 millones correspondientes al dividendo extraordinario cobrado el pasado 11 de abril.

El grupo energético prevé que las cifras se recuperen a lo largo del año y mantiene sus previsiones de crecimiento para el final de 2017.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 1.862 millones, un 8,2% menos, pese al impulso de la contribución del negocio de redes, principalmente de Estados Unidos.

Asimismo, la inversión creció un 13,4% hasta superar los 1.000 millones, y un 93% se destina a los negocios de redes, renovables y generación contratada.

La deuda financiera neta del grupo a cierre de marzo se situó en 29.760 millones, con un incremento de 346 millones respecto a diciembre de 2016, como consecuencia del proceso inversor.

Por su parte, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, pidió ayer al Gobierno que establezca una política nacional de energía para saber "qué papel jugará" la nuclear y ver de qué manera se fija una retribución para ella que permita cubrir sus costes y "generar algunos beneficios".

En la conferencia con analistas, insistió en que el negocio nuclear del grupo sufre "graves pérdidas" debido a los impuestos y obligaciones que afectan a esta tecnología.

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