El holding IAG, que engloba a Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus, registró un beneficio neto de 1.516 millones de euros en 2015, lo que supuso un incremento del 51,1% respecto a las ganancias de 1.003 millones de un año antes, pese a la volatilidad del crudo e impulsado por los progresos y el resultado operativo de Iberia.

El grupo aéreo, que ayer nombró a Javier Sánchez-Prieto nuevo presidente y consejero delegado de Vueling en sustitución de Álex Cruz que estará al frente de BA, logró un beneficio de las operaciones antes de partidas excepcionales de 2.335 millones en 2015, un 68% más. Los ingresos totales de IAG crecieron un 13,3%, hasta 22.858 millones.

El consejero delegado de IAG, Willie Walsh, destacó que "sin duda ha sido un buen año" para el grupo, aunque también apuntó que ha enfrentado "importantes desafíos, debido a la volatilidad extrema en los mercados de divisas y del combustible".

Por separado, Iberia consiguió un beneficio operativo antes de partidas excepcionales de 247 millones, lo que supuso multiplicar casi por cinco su resultado de 2014, con un repunte del 11,6% de la facturación, hasta los 4.765 millones.

El grupo subrayó los "progresos significativos" de la aerolínea española en su base de costes y la reanudación de rutas que había abandonado, con un aumento del 10,2% de su oferta, siguiendo con su transformación en una "nueva aerolínea rentable y eficiente".

En el caso de Vueling, la catalana registró un beneficio operativo antes de partidas excepcionales de 160 millones, un 13,4% más en comparación con 2014. La compañía, que liderará Javier Sánchez-Prieto, aumentó un 13,7% sus ingresos, hasta los 1.962 millones.

British Airways (BA) obtuvo un beneficio operativo antes de partidas excepcionales de 1.375 millones en 2015, un 13,1% más con respecto a 2014, con un aumento del 1% de sus ingresos, hasta los 11.598 millones.

El beneficio operativo antes de partidas excepcionales de Aer Lingus fue de 124 millones, un 52% más que en el ejercicio 2014.

Tras estos resultados, el consejo de administración propuso un dividendo complementario de 10 céntimos por acción, que unido al que abonó en diciembre del mismo importe, supone 20 céntimos por título para el año. Se trata del primer dividendo de su historia, cinco años después de la fusión entre la firma española y la británica.