Economía

El fiscal general de Nueva York acusa a ejecutivos de Merrill Lynch por primas excesivas

  • Los altos cargos cobraron bonificaciones secretas de 3.600 millones de dólares mientras la entidad recibía ayudas públicas.

El fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, acusó a ejecutivos del banco Merrill Lynch de "irresponsabilidad corporativa" por haber cobrado en secreto bonificaciones de 3.600 millones de dólares mientras la entidad se beneficiaba de ayudas públicas.

Cuomo hizo la acusación en una carta que ha dirigido al responsable del comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Barney Frank, que celebra una audiencia sobre la manera en que los bancos han gastado el dinero público del rescate del Gobierno estadounidense.

El fiscal general de Nueva York califica en esa carta de "sorprendente irresponsabilidad corporativa" la manera en que actuaron los ejecutivos de ese banco y subraya que "al parecer, en vez de dar a conocer sus planes de gratificaciones de forma transparente, tal como se les pidió, actuaron de forma secreta cambiando las fechas para (recibir) esas primas y recompensaron a ejecutivos que habían fracasado".

Cuomo subraya también que ese banco de inversiones "nunca había entregado en fecha tan temprana esas primas. El momento elegido por Merrill para hacer ese enorme reparto ha sido antes de anunciar su horrible cuarto trimestre y antes de que se completara su absorción por Bank of America".

Ese banco estadounidense, considerado el mayor de Estados Unidos por activos, completó a finales de diciembre su proceso de absorción de Merrill Lynch, una de las principales víctimas de la crisis de las hipotecas tóxicas de este país.

Bank of America -que a través de su presidente y consejero delegado, Kenneth Lewis, ha asegurado que no necesita más fondos del Gobierno y ha rechazado especulaciones acerca de una posible nacionalización de la entidad- ha recibido unos 45.000 millones de dólares de ayudas públicas. Unos 20.000 millones de esos fondos se destinaban a proteger a la entidad de eventuales pérdidas mayores de lo esperado y derivadas de la adquisición en 2008 de Merrill Lynch.

Cuatro de los ejecutivos del ese banco de inversiones habrían recibido 121 millones de dólares antes de que el dinero de los contribuyentes estadounidenses sirviera para rescatar a esa firma, asegura el diario Daily News. "Cada uno de ellos se embolsó pagos de entre 18 y 39 millones de dólares", señala el diario, citando fuentes de la oficina de Cuomo. Otro diario, el New York Times, publica que Merrill "pagó primas de más de un millón de dólares a 696 personas en 2008", citando igualmente a Cuomo.

A finales de enero, la Fiscalía de Nueva York envió sendas citaciones judiciales al ex consejero delegado de Merrill Lynch John Thain y al director administrativo de Bank of America, J. Steele Alphin, como parte de la investigación por las primas que la primera firma pagó a sus ejecutivos antes de ser vendida a la segunda. "Estas citaciones son parte de la investigación sobre los miles de millones de dólares pagados en primas por Merrill Lynch unos días antes de ser vendido a Bank of America", dijo Cuomo entonces.

Thain presentó el pasado 22 de enero su dimisión a la dirección de Bank of America, que había perdido su confianza en él y se limitó a señalar su salida del banco y su sustitución por Brian Moynihan como presidente de su división de Banca Global. Una semana antes de esa dimisión, ese banco difundió los resultados del peor año de su historia y tuvo que pedir una nueva inyección multimillonaria de capital público para hacer frente a las pérdidas de Merrill.

La entidad financiera acusó a la dirección del banco de inversión de no haber informado debidamente de la cuantía de esas pérdidas, que en el cuarto trimestre del año ascendieron a 15.300 millones de dólares.

En septiembre de 2008, Bank of America compró Merrill Lynch para evitar su quiebra, y la operación se completó al inicio de 2009. Entonces Thain pidió al Consejo una prima de 10 millones de dólares, lo que motivó fuertes críticas dentro y fuera del banco que contribuyeron a que finalmente diera marcha atrás. Poco después de su dimisión se supo que Thain gastó 1,22 millones de dólares en la renovación de su oficina, al ser nombrado consejero delegado de Merrill hace un año.

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