Desde principios de mes, el barril (de 159 litros) usado como referencia por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encareció en 11,88 dólares, un 12,4 por ciento.

La fuerte escalada ha sido similar a la de los crudos de referencia para Europa y Estados Unidos, el Brent y el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), respectivamente, al tiempo que ha coincidido con una persistente depreciación del dólar frente al euro y otras divisas.

La incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial ante lo que, según los expertos, cada vez parece más ser una recesión en EEUU, impulsa masivamente a los inversores a refugiar su capital en materias primas como el petróleo, el oro y algunos alimentos.

Esta semana, al alza del jueves ha contribuido además la noticia de que las reservas de crudo almacenadas en Estados Unidos bajaron la pasada semana en 2,3 millones de barriles, hasta los 313,7 millones, un 6 por ciento inferior al del pasado año.

Estos datos sorprendieron a los operadores del mercado, pues los expertos habían vaticinado que esas existencias aumentarían en algo más de un millón de barriles.

"La sorprendente bajada de los inventarios de crudo en EEUU, la abrupta caída del nivel de las reservas almacenadas de gasolina y el bajo ritmo de utilización (de las refinerías) en el país, así como la debilidad del dólar siguen determinando el mercado", señala hoy la consultora especializada JBC Energy.

La tensa situación provocada por la imparable subida de los precios del petróleo y sus productos derivados marcará el XI Foro Internacional de la Energía la próxima semana en Roma, donde coincidirán los máximos responsables del sector a nivel mundial, entre ellos los ministros de la OPEP.

Sin embargo, en los mercados, desde donde se seguirán los debates del foro, no se espera que el grupo de productores aproveche la ocasión para decidir un aumento de sus suministros, como desearía la mayoría de los consumidores.