La acción del Popular volvió ayer a experimentar grandes caídas en bolsa al retroceder un 9,6%, hasta situar su precio en los 0,663 euros, en mínimos históricos.

Este descenso en el valor de la entidad presidida por Emilio Saracho se une al registrado el lunes, también del 9,6%, después de que el primer ejecutivo abriera la puerta a una ampliación de capital o a una fusión con otra entidad durante la junta general de accionistas.

Así lo hizo en su primera comparecencia pública tras ser nombrado presidente por el consejo de administración el pasado 20 de febrero. En los últimos dos días, la acción del Popular se ha desplomado un 18,3%. Las palabras de Saracho se unieron al efecto que tuvo en la cotización la rebaja de la calificación que el viernes dio a conocer S&P, situándola en B desde B+, debido a que entiende que su posición de capital es "débil".

Los inversores estaban a la espera de conocer las líneas generales de su estrategia al frente del banco, en una situación complicada tras presentar unas pérdidas de 3.485 millones de euros en 2016 y después de anunciar una reexpresión de las cuentas del pasado año para corregir aspectos concretos que elevarán los números rojos en, al menos, 129 millones de euros.

La posible ampliación de capital del Popular ha despertado reticencias entre los analistas. El equipo de análisis de Bankinter se pronunció ayer al respecto. En su informe diario, los expertos de la entidad indicaron que creen que el mercado no va a estar dispuesto a suscribir una nueva ampliación, en la que ya sería la cuarta vez que el banco acudiera al mercado. A su juicio, la salida a la delicada situación de la entidad sólo cuenta con dos opciones alternativas y excluyentes: una reestructuración interna severa y una venta de activos no estratégicos; o la venta e integración en otra entidad.