El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido a dar a los autónomos un trato fiscal "equitativo" al que tendrán asalariados y pensionistas con la deducción de 400 euros en el pago del IRPF prometida por el PSOE y que no incluía a los trabajadores por cuenta propia.

El jefe del Ejecutivo hizo esta promesa a los más de tres millones de trabajadores autónomos que hay en España durante un almuerzo informativo en el que también anunció una nueva aportación, de 4.700 euros, al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.

Además, Zapatero aseguró en este encuentro, organizado por KPMG y Europa Press, que no ha hablado ni con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, ni con los responsables de la eléctrica gala EDF sobre el interés de esta última por Iberdrola.

En su anuncio sobre los autónomos, Zapatero habló sin detallarla de una "solución" que garantice a este colectivo de trabajadores, -3.390.0047 según los datos de afiliación de enero- un trato fiscal "equitativo" con la principal reforma que propone el PSOE, de reducir en 400 el pago del IRPF a asalariados y pensionistas. Esa deducción, recordó, no puede aplicarse "en los términos" a los trabajadores por cuenta propia dadas las singularidades de su régimen fiscal.

El compromiso de un trato fiscal equitativo a esa promesa, añadió, es coincidente con el "empeño" puesto por el Gobierno en esta legislatura para dotar a los autónomos de un estatuto "propio y digno por primera vez en la historia".

Mientras, añadió, la reducción de 400 euros del IRPF será la "reforma" fiscal del PSOE en la próxima legislatura, y no hay previstas otras, y tanto esta medida como la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio tienen como objetivo "estimular la economía, el ahorro y la capacidad adquisitiva". Ambas medidas fiscales, aseguró, supondrán una "dinamización de medio punto del PIB" y la creación de 100.000 puestos de trabajo.

Durante su intervención, el presidente del Gobierno también anunció que el Consejo de Ministros aprobará el viernes una nueva aportación al Fondo de Reserva, que será de 4.700 millones. Dicha aportación colocará en 51.000 millones la hucha de las pensiones, que según los cálculos de Zapatero superará los 60.000 millones al finalizar este año.

Zapatero insistió en varias ocasiones en defender la gestión económica de su Gobierno en estos cuatro años, y aseguró que "no hay ninguna razón objetiva y fundada" para sostener un mensaje "pesimista" sobre el futuro económico español, y "mucho menos catastrofista", y añadió que el actual periodo de desaceleración tendrá "duración, intensidad y efectos limitados".

También al hablar del empleo señaló que "no es intelectualmente honesto" falsear los datos, como cree que "algunos" han hecho con los referidos a enero, y aseguró que la tasa de desempleo estará este año "claramente por debajo del 8,5 por ciento", frente al 8,6 actual.

Recordó que enero es un mes "tradicionalmente malo" para el empleo, y en esta ocasión supone sobre todo un "ajuste" que está concentrado y "estrechamente asociado" al deterioro del sector inmobiliario.

Por eso, aseguró, el Gobierno pondrá en marcha con los agentes sociales acciones de "recalificación" de los trabajadores de este sector para que su recolocación en otras actividades se haga "en el menos tiempo posible y con las mejores condiciones".

En este sentido insistió en la "generación de empleo" que se producirá con el aumento de la inversión en I+D+i o gracias al desarrollo de la Ley de Dependencia y con las obras públicas aún por acometer incluidas en el Plan Estratégico de Infraestructuras (PET).

Precisamente, el jefe del Ejecutivo se refirió al AVE a Barcelona, y tras asegurar que no lo inaugurará de aquí al 9 de marzo, porque las inauguraciones están prohibidas en campaña, garantizó que sí piensa usarlo.