Roberto Ruiz-Scholtes. Director de estrategia de ubs en España.

"La política aún no ha influido en la economía pero España no puede vivir con el piloto automático"

  • El director de estrategia de UBS afirma que se espera "una desaceleración" y que se está dando uns "crisis energética a la inversa" cuyos efectos negativos del desplome del petróleo "superan a los positivos para los consumidores".

-¿Cuáles son sus perspectivas para 2016?

-La combinación de políticas monetarias tremendamente expansivas y el saneamiento gradual de las economías desarrolladas proporciona la perspectiva de un ciclo prolongado de dos o tres años más hasta que la Reserva Federal normalice los tipos de interés. Creemos que se está exagerando el riesgo de implosión de la economía china. Desde nuestro punto de vista, el petróleo es lo que está ahora mismo zarandeando las cotizaciones tanto de la renta fija como de la bolsa. Vemos una situación muy paradójica que nosotros calificamos de crisis energética a la inversa, en la que los efectos negativos del desplome del petróleo están empezando a superar los efectos positivos que tiene para los consumidores. Y el canal de transmisión es a través de los mercados crediticios. Se ha producido un derrumbe de los bonos de las compañías energéticas en Estados Unidos porque el mercado cree que el milagro del fracking se va a volatilizar. Esto se ha contagiado luego a los bonos que emiten las compañías en Europa. Estamos viendo un aumento de los costes de capital que también deprime los múltiplos bursátiles. Las empresas que emiten bonos a nivel mundial están sufriendo un efecto asimilable a que se hubieran subido tipos de interés los bancos centrales.

-¿Qué efecto tiene a nivel micro esa crisis energética a la inversa?

-Que se encarezca la financiación a medida de que los bancos sean más reticentes a prestar, no sólo a las empresas energéticas sino al resto. Ésa es la forma en que un fenómeno que ahora está bastante circunscrito a los mercados financieros va calando en la economía real. La paradoja en la crisis del petróleo a la inversa es que el sector bancario ha sido el tercero que más ha sufrido en las previsiones de beneficio después del petróleo y las mineras.

-¿Subirá el petróleo?

-Nuestra previsión es que a partir del verano es el exceso de oferta haya quedado corregido, y con ello, rebote el precio. A doce meses vista esperamos un precio en torno a 55 dólares el barril.

-¿Qué esperan en España?

-Una desaceleración ya prevista desde antes de las elecciones. Nuestra previsión de crecimiento es un 2,7% este año y un 2,3% en 2017, sin que nada grave esté pasando. Es simplemente una normalización de las tasas de crecimiento, conforme van quedando atrás los efectos positivos de la depreciación del euro, las bajadas de impuestos, o la inflación negativa Es una desaceleración en la que por el momento no influye en absoluto la política.

-¿Han incorporado la incertidumbre a esa previsión?

-Por el momento no hay ni un solo indicador que muestre un deterioro como consecuencia de la incertidumbre política. La caída del precio del petróleo está siendo superior a las expectativas. Y por lo tanto, el abaratamiento del consumo compensa de sobra el efecto de la incertidumbre. Pero vemos problemas estructurales. sobre todo de tipo fiscal, que requieren medidas adicionales. España no tiene el lujo de poder vivir con el piloto automático. Hay que tener en cuenta que el año pasado, si sumamos lo que se sacó del fondo de reserva de la Seguridad Social, el déficit público estuvo por encima del 5,5%. España está todavía lejos de tener una senda fiscal sostenible. Si no hay un gobierno que sea capaz de tomar medidas, nos iremos pareciendo cada vez más a Italia, con una economía que crece de media a lo largo del ciclo por debajo del 1% y una deuda pública que crisis tras crisis se va acumulando.

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