piratería Las apropiaciones indebidas de marca y las falsificaciones son delitos comunes en el mercado asiático

El secreto ¿está en la marca?

  • Empresarios de todo el mundo intentan conquistar con sus productos la economía china, un mercado casi inagotable donde hay que extremar precauciones al tratarse, también, del más fraudulento

¿Podría atribuirse un chino el invento del jamón ibérico? Parece bastante improbable, pero lo cierto es que sí. El país asiático en donde se puede registrar cualquier cosa como propiedad particular conoce el valor de las marcas, de ahí que nada se deba obviar cuando se hace referencia al mayor productor de falsificaciones.

La consultora española en materia de propiedad industrial Clarke Modet & Co incide en que cualquier empresario que produzca, venda, distribuya o que simplemente piense en China debe llevar a cabo medidas de prevención especiales como el registro de su marca en caracteres chinos. Empresas de todos los sectores y de todos los tamaños tienen que ser especialmente cuidadosas, y es que en el país asiático es muy común que se lancen marcas con nombres ya empleados en otras partes del mundo, pero traducidos o imitados.

Desde la oficina de Extenda en Pekín advierten de que, aunque la marca hay que registrarla en cualquier parte del mundo, más aún en China. "La ley de propiedad industrial aquí, al contrario que en Europa, reconoce el derecho de la marca al primero que la registra, sin tener en cuenta otras circunstancias", comenta.

Para evitar apropiaciones de marca indebidas, el proceso de inscripción debe llevarlo siempre a cabo el empresario exportador y no el socio local que puede terminar atribuyéndose la marca en cuestión. Tal y como explican desde la consultora de patentes "cuando una empresa piensa exportar sus productos a China se ve en la necesidad de buscar un socio local o un distribuidor que canalice sus productos". Cuando en la relación comercial surgen desavenencias entre empresa y distribuidor, este último suele contactar con empresarios del gremio para vender con la misma marca consolidada ya en el mercado, pero en caracteres chinos. Por ello, las empresas exportadoras que quieran evitar esa piratería, deberían hacer un doble registro: uno en el idioma de origen y otro en chino.

Precisamente, desde la consultora Clarke & Modet señalan que una de las últimas empresas que se ha registrado en este tipo de caracteres ha sido una aceitera andaluza. Y es que el mercado Chino, casi inagotable y con un ritmo de crecimiento altísimo, ha pasado a estar en el punto de mira de muchos empresarios de la región. De hecho, durante el primer semestre de 2008, las empresas de Andalucía exportaron productos y servicios por un importe de 139,51 millones de euros, un 19,7% más que en el mismo periodo del año anterior, según Estacom. Entre los productos exportados, el aceite de oliva es uno de los que goza de mayor éxito. "Existe mucha demanda -sobre todo del virgen extra- pues se considera un producto muy sano, y esa es la principal motivación del consumidor chino, por encima de su sabor", comentan desde la sede de Extenda en Pekín.

Las aceiteras andaluzas no han sido demasiado castigadas por la piratería. Desde el gobierno se está intentando acabar con el problema, prueba de ello es el anuncio de severos castigos para quienes violen la ley de propiedad intelectual; además los empresarios chinos están apostando por potenciar sus productos, en un intento de hacer desaparecer la impresión de que sus empresas son meras imitadoras de marcas.

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