Desde que comenzó la crisis económica en 2007, el tráfico en las autopistas estatales de peaje se ha desplomado un 27% hasta el primer semestre del año, un periodo en el que se han contabilizado una media de 15.775 vehículos diarios, un nivel de frecuencia que no se registraba desde hace catorce años.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, en los seis primeros meses del año la Intensidad Media Diaria (IMD) en estas vías se redujo además un 30% desde los máximos que registraba este indicador hace seis años, justo antes de que comenzara la desaceleración económica.

Entonces, el tráfico de estas vías alcanzaba en el primer semestre una media diaria de 22.454 vehículos. Y es que, desde 2006 el tráfico en las autopistas de peaje se ha reducido de forma progresiva, lo que, unido al sobrecoste de las expropiaciones, la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, el incremento de los carburantes y la existencia -en muchas ocasiones- de carreteras gratuitas que cubren el mismo trayecto, ha llevado a muchas autopistas de peaje al borde de la quiebra.

Desde mayo, la AP-41, que conecta Madrid y Toledo; la AP-36, que discurre entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete); la R-3, entre Madrid y Arganda; la R-4, cuyo trazado abarca desde la M-50 (Madrid) hasta Ocaña (Toledo); la R-5, entre Madrid y Navalcarnero, y la que separa Cartagena (Murcia) y Vera (Almería), se encuentran inmersas en procedimientos concursales por las deudas acumuladas.

Por la red de autopistas estatales de peaje -que desde que comenzó la serie histórica en 1990 se ha incrementado un 50%, hasta los 1.706 kilómetros- circularon hasta junio un 8,7% menos de vehículos que en el mismo periodo de 2011.

En un contexto marcado por una nueva recesión, es previsible que la tendencia de caídas continúe también los próximos meses, por dos circunstancias: la subida de los peajes anunciada por el Ministerio de Fomento a finales de julio y el incremento del IVA, que entró en vigor el pasado mes de septiembre.

Hay que retrotraerse a 1990 -el comienzo de la serie histórica- para observar la menor intensidad media de vehículos por día, que en el primer semestre se situaba en 7.062.

Atendiendo al tipo de transporte, destaca el descenso que han protagonizado los vehículos pesados (camiones y autobuses), cuya densidad de tráfico diario se remonta a los niveles de hace diecinueve años. El tráfico de vehículos pesados se ha reducido en el semestre un 40% desde que comenzó la crisis, hasta los 2.234,5 unidades al día. Este dato representa también un descenso del 44% desde los máximos de circulación que alcanzó este tipo de transporte en 2002 (3.985 vehículos al día) y del 9,7% con respecto al mismo periodo del año anterior.