La procesión de la Blanca Paloma siempre deja detalles e imágenes para el recuerdo. Una de ellas fue el encuentro con el Simpecado de la Hermandad de Emigrantes en otro punto distinto al habitual. En vez de esperar a la Virgen en el eucaliptal, la Hermandad se encontró con la Reina de las Marismas en la esquina de Gines. También se vivió la petalada desde los balcones del santuario, y numerosos niños se posaron junto a ella en la peana del paso.
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