Rafael Lozano. Doble medallista olímpico y seleccionador nacional de boxeo

"El boxeo español se mueve, está saliendo al fin del agujero"

"El boxeo español se mueve,       está saliendo al fin del agujero"

"El boxeo español se mueve, está saliendo al fin del agujero" / e. d. c.

-Estamos a unos días de que comience el Mundial de Hamburgo de boxeo, al que nuestra selección acude con tres representantes. ¿Cómo llegan a la cita?

-La preparación va bien, a muy buen ritmo. Estuvimos dos semanas concentrados en Madrid y luego otra más en Sierra Nevada, de donde volvimos el domingo. Ahora, de nuevo en Madrid, estamos haciendo entrenamientos conjuntos con la selección de Puerto Rico. Creo de verdad que acudimos en condiciones óptimas para luchar por las medallas.

-El Europeo, celebrado en junio, ha dejado buen sabor de boca con dos medallistas. ¿Un anticipo?

-Al Europeo de Ucrania fuimos con cinco representantes y mi previsión era que clasificaríamos a dos púgiles para el Mundial y lograríamos una medalla. Al final hemos calificado a tres, y con dos medallas. Nuestros tres boxeadores se han enfrentado ya con los mejores de su categoría, y han competido. O sea, que han estado ahí, de tú a tú. Eso me da confianza. Sé que tenemos posibilidades. Luego las cosas saldrán mejor o peor, pero tenemos opciones sea cual sea el sorteo y nos toquen los rivales que nos toquen.

-Samuel Carmona, tras revelarse en las Olimpiadas de Río, es ahora la figura más mediática del grupo. ¿Cómo va al Mundial?

-Samuel llega bien, pero no creo que tenga más opciones que nuestros otros dos representantes, José Quiles y Gabriel Escobar. No es por desmerecer a Samuel ni mucho menos, pero es que no pienso que haya más opciones para uno que para otros. No niego sin embargo que Samuel, después de su brillante paso por las Olimpiadas y su medalla en el Europeo de Ucrania, es nuestro rostro más mediático, y espero que eso permita que el público se enganche y nos siga. También con los jueces es una ventaja, pues Samuel ya es muy conocido en el circuito y eso hace que lo respeten. Pero ya le digo que cualquiera de los tres se puede venir de Alemania con medalla.

-Y usted como lleva lo de estar en la esquina del ring. ¿Mejor o peor que sobre la lona?

-Lo llevo peor, pues como boxeador yo me preocupaba sólo de mí. Yo estaba dentro de mi cabeza, yo me esforzaba y yo subía al ring. Ahora no puedo controlarlo todo de ese modo y además, en este caso, tengo que estar pendiente de tres boxeadores muy distintos, con estilos muy dispares y con psicologías diferentes. Los problemas se multiplican por tres y, por más que quieras, no puede estar en la cabeza de otro. En el caso de Samuel Carmona está claro que si tú le dices que vaya para adelante él va para adelante, pero no todos los boxeadores son así. Cada uno somos un mundo y yo trato de adaptarme a todos y ayudar en su preparación con mi experiencia.

-Los combates los retransmitirá este año GolTV. Que la tele se vuelque con el boxeo es importante.

-Es vital que consigamos que nuestra selección y nuestro boxeo sean visibles. Y parece que se está logrando, que están cayendo algunos muros. La gente pregunta por nuestros boxeadores y los medios de comunicación se están interesando. Carmona, por su forma de pelear, engancha. Y creo que José Quiles, aunque sólo tiene 19 años, tiene un estilo muy atractivo para el aficionado. Al final el boxeo se parece un poco al mundo del toro. Es decir, nadie quiere que haya cogidas, pero el espectador demanda emoción. Aquí es lo mismo, nadie quiere accidentes pero sí combates emocionantes. Nosotros eso lo ofrecemos y ahí es donde radica el interés que está suscitando la selección. Tenemos boxeadores con los que el espectador puede identificarse y de los que sentirse orgulloso.

-Más allá de la selección y el boxeo aficionado, da la sensación de que este deporte, durante muchos años olvidado y denostado aquí, vuelve a resurgir.

-El boxeo español se está moviendo. Tenemos cada vez más púgiles profesionales peleando por Campeonatos de Europa y del Mundo y la selección, en su campo, también está logrando éxitos. Hay más veladas que años atrás, los medios prestáis más atención y todo indica que el boxeo español está saliendo del agujero, está dejando atrás lentamente la invisibilidad. Ahora bien, yo creo que, en el campo profesional, nos falta un boxeador carismático que logre despertar la atención de todo el país. O sea, que trascienda de lo boxístico como hizo en su día Poli Díaz, aunque sin padecer los problemas que él padeció, por supuesto. Los combates de Poli paralizaban el país y lograr eso sería importante para que renaciese la afición.

-¿Recuerda a menudo sus viejos combates? ¿Le amarga pensar en la final de Sidney que perdió?

-De vez en cuando los recuerdo, sí, con nostalgia pero con orgullo. Hace unos días estuvo aquí una televisión japonesa haciendo un reportaje sobre Samuel Carmona y me dieron un pendrive con viejos combates. Los veo y no siento tristeza. De hecho, a muchos de mis rivales me los encuentro ahora en las competiciones, ya retirados, y es emocionante. Si miro atrás está claro que lo hago con nostalgia, pero con alegría.

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