España

Andalucía en el punto de mira

  • La banda asesinó al matrimonio Jiménez Becerril, al concejal Martín Carpena, al fiscal jefe Luis Portero y al médico militar Muñoz Cariñanos

El coche fúnebre con el ataúd del médico militar Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA en el centro Sevilla el 16 de octubre de 2000.

El coche fúnebre con el ataúd del médico militar Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA en el centro Sevilla el 16 de octubre de 2000. / antonio pizarro

El terror de ETA sembró también el pánico en Andalucía, donde dejó un reguero sangriento de 13 asesinatos en 61 atentados, sin contar a los policías y guardias civiles andaluces que perdieron la vida en otras zonas de España. Algunos de los crímenes están en la memoria colectiva de todo el país, dado el impacto que causaron.

Por orden cronológico, el 30 de enero de 1998, dos pistoleros descerrajaban varios tiros al concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, Ascensión García Ortiz, cuando regresaban de noche a su casa en el centro de Sevilla tras estar con unos amigos en un bar. Mikel Azurmendi Peñagaricano y José Luis Barrios Martín fueron los pistoleros que mataron a la pareja, que dejaron tres niños huérfanos hace ya más de 20 años.

Dos años y medio más tarde, Andalucía vivió tres meses negros con asesinatos en Málaga, Granada y Sevilla. El 15 de julio de 2000, a las diez menos veinte de la noche, al edil del Partido Popular José María Martín Carpena, quien iba acompañado de su mujer, Elvira Calvente, y su hija de 17 años. Cuando se disponían a entrar en el coche, el concejal fue abordado por el etarra Igor Solana Matarrán, que le disparó varios tiros, uno de ellos en la nuca que le provocó la muerte en el acto. El etarra huyó en un automóvil junto a Harriet Iragi Gurrutxaga.

El mismo asesino, junto a dos terroristas más, mató el 9 de octubre de 2000 en el portal de su casa de Granada al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero García. Tras varias horas en coma irreversible, Portero murió en el Hospital de Traumatología de la ciudad. Antes, la explosión de un coche-bomba abandonado por los etarras estuvo a punto de causar una matanza muy cerca del lugar del crimen.

Sólo una semana después, el 16 de octubre, la banda volvió a actuar en Sevilla. El médico Antonio Muñoz Cariñanos, coronel del Ejército del Aire, fue asesinado a balazos por Solana y Gurrutxaga en su consulta de una céntrica calle hispalense, cuando atendía a dos pacientes. Cerca de la basílica del Gran Poder, la Policía inició la búsqueda de los terroristas, con cruce de disparos incluso, que acabó en la Macarena con la detención de los dos y un tercero fue herido.

El que hubiera sido el atentado más sangriento en Andalucía no llegó a perpetrarse al ser detenido el 2 de abril de 1990 Henri Parot en Santiponce cuando viajaba a Sevilla en un coche cargado con 320 kilos de amonal dispuesto a hacer volar la Jefatura Superior de Policía, ubicada en la concurrida y céntrica plaza de la Gavidia.

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