La Sala Primera del Tribunal Constitucional (TC) admitió ayer a trámite el recurso de Askatasuna contra la decisión del Tribunal Supremo de anular sus candidaturas a las elecciones del próximo 1 de marzo en el País Vasco. Por contra, el Alto Tribunal desestimó el de Demokrazia Hiru Milloi (D3M) al entender que carece del contenido constitucional exigido para este trámite procesal.

La sala primera del TC acordó, tras examinar el recurso de D3M, que la plataforma abertzale "no ha satisfecho de forma expresa la carga consistente en justificar la especial trascendencia constitucional" del mismo, tal y como obliga la ley. Esta omisión, que consiste en no argumentar ni siquiera someramente qué derechos o libertades fundamentales -por ejemplo el de asociación o el de sufragio- se consideran vulnerados por la resolución recurrida, es "insubsanable", recuerda el Constitucional, e impide la admisión a trámite del recurso.

Mientras tanto, el juez Baltasar Garzón decidía aplazar la decisión sobre la suspensión de actividades de Askatasuna y D3M que solicitaba la Fiscalía. Durante la mañana de ayer se celebraron las vistas para alegar acerca de esta medida cautelar y el Ministerio Público sostuvo que la impugnación de candidaturas del partido político y la plataforma electoral por parte del Tribunal Supremo ratifica su solicitud. Sin embargo, los abogados de las dos formaciones abertzales sostuvieron que no tiene sentido alguno suspender las actividades cuando el Alto Tribunal ya ha impugnado las candidaturas. No obstante, la Fiscalía pidió a Garzón que lo haga para que ambas formaciones "no puedan contaminar la vida social ni este proceso electoral". Ahora, el TC deberá tomar una decisión sobre Askatasuna antes del viernes, cuando comenzará la campaña.

La alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola (PP), reconoció ayer que se siente más objetivo de ETA desde que fue amenazada de muerte por un miembro de una lista de ANV anulada en 2007 por el Supremo, ya que "unos amenazan y otros vienen por detrás a darte el tiro en la nuca".