El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha hecho públicas sus primeras intenciones al frente de su nuevo cargo. En este sentido sostuvo que su "idea" es desarrollar una política de repatriaciones "más transversal" y para ello quiere que los Ministerios de Asuntos Exteriores e Interior cuenten con Trabajo. Pero Corbacho también ya ha recibido sugerencias para la próxima legislatura, concretamente por parte de las comunidades de Madrid, Cataluña y Valencia -que agrupan a buena parte de los inmigrantes que residen en España- quienes han pedido al nuevo ministro que dialogue con las comunidades autónomas.   

Durante una entrevista en TVE, el nuevo titular de Trabajo e Inmigración sostuvo que su "idea" sobre el problema de la inmigración pasa por que "el objetivo sea que todos los inmigrantes que vengan lo hagan con contrato de trabajo" y si no es así "habrá que intensificar las repatriaciones". Al respecto, Corbacho señaló que en la próxima legislatura habría que desarrollar una política de repatriaciones "más transversal", contando con el Ministerio de Asuntos Exteriores, así como con el del Interior.

"El que llega a un país llega con todos los derechos, pero en el momento en que pone un pie en ese país está obligado a cumplir la ley", defendió Corbacho. En este sentido insistió en que los inmigrantes deben venir con contrato de trabajo, por que, dijo, su objetivo es conseguir "una inmigración totalmente regulada y totalmente integrada". Esto, señaló, no debe suponer que los extranjeros renuncien a "su cultura y pensamientos", aunque "deben tener claro que en las ciudades las normas no las pone nunca el último que se empadrona".

En cualquier caso, el sustituto de Jesús Caldera pidió a la sociedad que no se "criminalice la inmigración" y que sea percibida "como un desafío, no como un problema", ya que en un país como España, "en el que conviven muchas nacionalidades", los inmigrante y los españoles deben "asumir unos valores comunes" para no poner en riesgo la convivencia. Él mismo dijo seguir el ejemplo y se comprometió a poner todo su "empeño en dialogar con todas las fuerza políticas y sociales".

Ahora la ocupación de Corbacho no es sólo emprender nuevas tareas, sino también escuchar sugerencias que, en este caso, llegan a través de los Gobiernos de la Comunidad de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana, que solicitan una mayor participación de las autonomías en las políticas de inmigración. "Creo que es el momento de acabar con la falta de diálogo que ha existido en estos cuatro años (por parte del Ministerio de Trabajo) con las comunidades autónomas y que se acabe con la falta de información que caracterizó a su predecesor", declaró Javier Fernández Lasquetty, consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid.

El deseo de Lasquetty es que se abra "una nueva etapa de mayor colaboración y que el Gobierno de la nación cumpla con las competencias que le son propias en la garantía de una inmigración regulada, legal y ordenada". Quien comparte esta opinión es el conseller de Inmigración valenciano, Rafael Blasco, quien subrayó que no pudo reunirse con Caldera "en todo un año", a pesar de haberle enviado de manera reiterada escritos e incluso mensajes verbales. Ahora ya solicitó una entrevista con Corbacho, con el fin de tratar la atención a los inmigrantes.

Por último, la Generalitat de Cataluña felicitó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, por haber "dado visibilidad a la inmigración" en el Ministerio. "Hasta ahora inmigración se incluía bajo el paraguas de Asuntos Sociales, pero es positivo que se haga visible y se aborde la cuestión fuera de las campañas electorales", consideró la consellera de Trabajo, Mar Serna. Durante su intervención, la consellera destacó el "potencial de cooperación" que existe entre Marruecos y Cataluña tal y como quedó demostrado en el viaje oficial de la Generalitat la semana pasada al país africano.