España

Estreno del voto en el ministerio del tiempo

  • Rajoy, Tardá y Cañamero, tres de los 38 diputados con derecho al voto el 15-J

  • 68 de las señorías no habían nacido en las elecciones de 1977

Estreno del voto en el ministerio del tiempo

Estreno del voto en el ministerio del tiempo

"... Como gigantes sumergidos en los años, lindan simultáneamente con épocas tan distantes, entre las cuales vinieron a situarse tantos días". (El tiempo recobrado, de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust).

Empezar esta historia como acaban los siete volúmenes de Proust, "me daba vértigo ver tantos años debajo de mí", es una forma de retratar el paso de los años cuando se cumplen cuarenta años de las primeras elecciones democráticas que por real decreto de 18 de marzo de 1977 y convocatoria del Consejo de Ministros del 15 de abril se celebraron el 15 de junio de 1977.

Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, los dos protagonistas estelares de la moción de censura que ha coincidido con la onomástica, representan a dos Españas bien diferentes: la que pudo votar en las elecciones del 15-J y la que ni siquiera había nacido. De las 350 personas que ocupan escaño en el Congreso de los Diputados, sólo 38, algo más de un diez por ciento, estaban habilitados para votar en aquellas elecciones iniciáticas precedidas por el regreso de los exiliados y la legalización de partidos y sindicatos, especialmente la del Partido Comunista el Sábado Santo del 77.

En ese selecto grupo de quienes pudieron estrenar el derecho al sufragio figuran Mariano Rajoy, que tenía entonces 22 años, y dos de los miembros de su Gobierno, Cristóbal Montoro (26 años) y el portavoz y titular de Cultura Íñigo Méndez de Vigo (21 años, entonces la mayoría de edad). También pudieron votar los ex ministros Jorge Fernández Díaz (27 años) y José Manuel García-Margallo (32), así como las que serían alcaldesas de Málaga, Celia Villalobos (28), y de Cádiz, Teófila Martínez (29). Estrenaron su voto políticos socialistas como Odón Elorza, ex alcalde de San Sebastián, José María Barreda, ex presidente de Castilla-La Mancha, o Ciprià Ciscar, efímero presidente del PSOE.

A ese grupo generacional de votantes con pleno derecho pertenecen Diego Cañamero, ex alcalde de El Coronil, que también tenía los 21 años reglamentarios; tres diputados de Ezquerra Republicana, entre ellos Joan Tardá (23 años), o Pedro Quevedo, el disputado voto de la nueva novela de Delibes que ha reescrito Rajoy, diputado canario con los mismos 21 años que Cañamero y Méndez de Vigo.

En el extremo opuesto hay un total de 68 señorías que nacieron después del 15 de junio de 1977. Si entre los votantes son mayoría los del PP, en los nonatos se invierten las tornas y gana por goleada la presencia de Unidos Podemos, con una treintena de representantes nacidos con posterioridad a ese día en el que Adolfo Suárez le dio la vuelta a la historia de España.

La plana mayor de Podemos era futuro perfecto el 15-J. De sus nombres más señeros, fueron naciendo por orden de aparición, en el argot cinematográfico, Pablo Iglesias (1978), Tania Sánchez (abril 1979, el mes de las primeras elecciones municipales), Íñigo Errejón (diciembre 1983, una semana antes del España-Malta), Alberto Garzón (1985) e Irene Montero (víspera del día de San Valentín de 1988), que se ha estrenado como portavoz en la tercera moción de censura de la democracia. En vísperas del aniversario de las elecciones del 77, el Congreso vivió una airada controversia entre Pablo Iglesias, de la quinta del 78, con Albert Rivera, de la del 79.

Otras destacadas portavocías nacieron después de las elecciones: Pablo Casado, del PP, nació el primer día de febrero de 1981, el del 23-F; César Luena, mano derecha de Pedro Sánchez antes de su pasajera defenestración, es de la quinta de 1980, el año de los Juegos Olímpicos de Seúl. Y Gabriel Rufián, de Ezquerra Republicana, que nació en febrero de 1982, año del Mundial de España que se inauguró hace 35 años con el Argentina-Bélgica en el Camp Nou.

Una décima parte de los integrantes del Congreso pudieron votar el 15-J; una quinta parte no habían nacido. El resto, una imaginaria mayoría absoluta de 244 señorías, estaban en el limbo electoral. Habían nacido con posterioridad al 16 de junio de 1956. El país no estaba para celebrar ningún bloom's day, pero ésa era la fecha que marcaba los 21 años de quienes podían estrenarse en la democracia. A ese limbo pertenece la inmensa mayoría de integrantes del último gobierno de Mariano Rajoy, que en junio de 1977 tenían edades para estar en la guardería (Dolors Montserrat, tres años), en el colegio (Soraya Sáenz de Santamaría, seis años; Álvaro Nadal, siete; Isabel García Tejerina, ocho; Fátima Báñez, 10; o María Dolores de Cospedal, 11), en el instituto (Rafael Catalá, 15 años) o ya en la Universidad (Juan Ignacio Zoido, 20 años). De los ministros que no son diputados, el de Exteriores, Alfonso Dastis, sí tenía edad para votar. Luis de Guindos, titular de Economía, tenía 17 años. No podía ejercer el derecho al voto, pero sí podía ir a ver al Atleti, que ese año ganó la Liga. La primera Copa del Rey la ganó el Betis diez días después de las elecciones, en el Vicente Calderón, al Athletic de Bilbao.

Entre los que no podían votar por no tener la edad reglamentaria figura Ana Pastor, la actual presidenta del Congreso, que cumplía 20 años en noviembre de 1977. Los que había cumplido Micaela Navarro, ex consejera y ex presidenta del PSOE. Único partido junto a Ezquerra Republicana (entonces consiguió escaño Heribert Barrera) que conserva la nomenclatura.

De los 350, sólo seis nacieron en 1977, el año que simboliza el cambio en España. Dos de ellos nacieron en plena campaña electoral, con lo que pueden presumir de llevar la quintaesencia de la democracia: Zaida Cantera, la militar que concurrió con el PSOE, nació una semana antes de las elecciones. Sergio Pascual, sevillano de Podemos, nació cuatro días antes de los comicios. Hay niños de pecho como Eduardo Madina (tenía un año y cinco meses) o Francesc Xavier Domenech (dos años). María del Mar Blanco, la hermana de Miguel Ángel, el concejal de Ermua asesinado por Eta, y Rafael Mayoral, de Podemos, tenían tres años. Javier Maroto, que cuando creció llegó a ser alcalde de Vitoria, tenía cinco años; seis tenía Carolina Bescansa, casi tan pequeña como el niño al que llevó a la sesión constituyente de la legislatura más corta. Las diputadas Sandra Moneo y Marta Rivera de la Cruz tenía siete años.

Rafael Hernando, el portavoz del PP, tenía 15 años; Antonio Hernando, el saliente del PSOE, sólo nueve. En el Congreso sólo ocupa escaño el que menos apoyos tuvo en las recientes primarias socialistas. Pedro Sánchez tenía cinco años el 15-J y Susana Díaz, dos y medio. Patxi López, tercero en discordia, con acta de diputado, tenía entonces 17 años. Pendientes de sus juegos andarían entonces el actor Toni Cantó (12 años), diputado de Ciudadanos, y el diplomático Jorge Moragas (11), del PP, inseparable de Rajoy en sus viajes.

Los 38 diputados que votaron el 15 de junio del 77 seguirían la vertiginosa actualidad por los periódicos. Los 68 que no habían nacido lo harían por los libros de Historia. Menos de cinco meses antes de las elecciones, el 24 de enero, un comando ultraderechista asesinó a cinco personas en un bufete de abogados de la calle Atocha. El Grapo secuestraba; la Eta asesinaba por doquier. El 28 de febrero, Adolfo Suárez se reúne en secreto con Santiago Carrillo. Dos días después se celebra una cumbre eurocomunista en Madrid. El 4 de marzo el Consejo de Ministros amplía la amnistía y regula el derecho de huelga. El 1 de abril se legalizan los sindicatos; ocho días después, se legaliza el Pecé, que hace suyas la bandera y la Monarquía parlamentaria. El 14 de mayo, don Juan de Borbón renuncia a sus derechos sucesorios en beneficio de Juan Carlos I. Unos días antes, se había constituido la Unión de Centro Democrático, amalgama liderada por Adolfo Suárez, prestidigitador de la Transición, precursor del francés Macron, que nació en diciembre de ese año de 1977.

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