El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, anunció ayer que en primavera su partido presentará "un nuevo contrato renovado" con la sociedad vasca y reiteró su voluntad de llegar con Zapatero a un acuerdo que "fije el cauce" en materia de un nuevo ámbito de relación jurídico-político.

En el marco de una Asamblea Nacional que el PNV celebró ayer en Bilbao para analizar los "malos" resultados del 9-M, que han supuesto para el partido nacionalista la pérdida de 117.000 votos y un diputado, Urkullu leyó una declaración -sin preguntas posteriores por parte de los periodistas- en la que ha hecho un ejercicio de autocrítica. Según admitió, el PNV "no ha sabido entender y adaptarse en toda su intensidad" a la evolución de la sociedad vasca, que orienta su voto en función de su compromiso político y también "en función de cada elección, de las circunstancias y de lo que cada uno de los partidos es capaz de transmitir".

Urkullu anunció que la Asamblea Nacional ha decidido iniciar ya la "concreción" de sus proyectos contemplados en su modelo de país propuesto en las ponencias y documentos programáticos con el compromiso de presentar "un nuevo contrato renovado" con la sociedad, que llevará por nombre Euskadi 2020.

También reiteró a Zapatero su disposición a llegar a un acuerdo "que fije el cauce y siente las bases de futuro para la satisfacción de toda una nueva generación y el conjunto de la sociedad vasca reconocida en la Euskadi 2020 en un nuevo ámbito de relación jurídico-político". El dirigente nacionalista ha señalado que no piden a nadie que renuncie a sus ideas, aunque ha aclarado que tampoco en el PNV "vamos a renunciar a las nuestras".

Urkullu consideró que, como hace treinta años, "hoy hay nuevamente una oportunidad para un nuevo acuerdo" político, por lo que ha instado a que las partes se sienten a hablar para "superar el bloqueo".

En su autocrítica en relación al retroceso electoral sufrido, Urkullu aseguró que el PNV "ha tomado buena nota" del mensaje del electorado vasco.