las claves

El PSOE de Carme Chacón

  • Desengaño. La fallecida dirigente sufrió el mismo desencanto con Pedro Sánchez que su amiga Susana Díaz y hace tiempo que no ocultaba su disconformidad con el ex líder socialista

El PSOE de Carme Chacón

El PSOE de Carme Chacón

El PSOE ha perdido en las últimas décadas a algunas personas emblemáticos: Ramón Rubial, Lalo López Albizu (padre de Patxi López), Gregorio Peces-Barba, Carmen García Bloise o Txiki Benegas. Ninguno, sin embargo, provocó la conmoción unánime ante la muerte como Carme Chacón. No sólo por su juventud, por ser la primera mujer en ocupar la cartera de Defensa o por su apoyo implacable de los derechos de la mujer, sino que las imágenes tan impactantes de personajes que se dejaban llevar por sus emociones sin contener las lágrimas se debían sobre todo a su forma de ser, su carácter abierto, su cercanía, su valentía ante los retos, su lealtad al partido y su afán de no dejarse llevar por el miedo a la cardiopatía que le podía romper la vida en cualquier momento.

Al llegar al velatorio, conmovido por la pérdida de una de sus grandes amigas, Felipe González dijo que "esta noticia nos debería llevar a discutir las cosas importantes". Cosas importantes. Sin duda, el ex presidente se refería a la desaparecida unidad del PSOE, al fiasco al que había conducido a que sea la militancia quien decida de las grandes cuestiones, incluido el secretario general, a las consecuencias del pacto con Podemos -"que nos ha llevado a apoyar a Carmena y Colau, que son un desastre", comentaba en privado un dirigente días antes de la muerte de Chacón- y seguro que se refería a la soberbia de Pedro Sánchez al negarse a admitir los fracasos electorales, y a la forma tan hiriente en la que fue desalojado de la Secretaría General... con el visto bueno de Chacón, una de las que renunció a seguir en la Ejecutiva para provocar la desarticulación de ese órgano, y que fue el punto de partida del bochornoso Comité Federal del 1 de octubre, que obligó a Sánchez a dimitir después de que los suyos promovieran una última maniobra de colocar una urna clandestinamente para intentar ganar una votación que habría permitido la continuidad de quien hoy es ya ex secretario general... que aspira a volver a serlo con las primarias.

Chacón hablaba con entusiasmo de Sánchez cuando fue elegido secretario general hace algo menos de tres años. Él le ofreció llevar las relaciones internacionales del PSOE, que Chacón hizo con considerable entusiasmo, disminuyendo poco a poco al percatarse de que la quería para aprovechar sus relaciones y contactos internacionales pero que la puenteaba en cuando tenía oportunidad. Incluso se llevaba a otros dirigentes a los viajes que ella preparaba.

Carme, amiga personal y muy estrecha de Susana Díaz desde años antes de que Sánchez fuera secretario general, sufrió el mismo desencanto gradual que la andaluza, hoy su principal rival para liderar el PSOE, y que hace tiempo que no oculta su disconformidad con la trayectoria que imponía el ex secretario general en el partido.

decepción... y dimisión

Disconformidad que Chacón confesaba en privado y que se hizo pública cuando, tras las elecciones de diciembre de 2016, con resultado patético para el PSOE, y tras sus intentos infructuosos de llegar a un acuerdo con Podemos, Rajoy convocó nuevos comicios. Sánchez volvía a presentarse y Chacón anunció que no contaran con ella, que no aspiraría Congreso después de haber tenido escaño en cinco legislaturas. La decepción y el desencanto ante la cerrazón de Sánchez y su entreguismo a Podemos, la falta de consistencia del secretario general y la preocupación por el futuro de un partido a la deriva llevaron a Chacón a bajarse del carro del sanchismo... aunque no del partido. Como advirtió al renunciar, se trataba de una decisión "política", recalcando esto último. Aceptó mantener su vinculación con la Miami Dade College, donde había trabajado como profesora interina un año y ahora lo haría una semana al mes, y aceptó formar parte del bufete de abogados Ramón y Cajal en Madrid, donde vivía alternando con Esplugues, su núcleo familiar, la ciudad en la que se hizo política.

No rompió su vinculación con el PSC, vivió con desgarro el aparente divorcio con el PSOE y con ilusión la recomposición de las relaciones. Y apoyó a Sánchez en su lucha por hacerse con la Secretaría General. Siempre se respaldaron mutuamente, siempre, y Chacón, que se prodigaba poco últimamente en actos del partido, apareció en Ifema el día en que Díaz anunciaba su candidatura. Allí estaba junto al resto de notables del PSOE, el presente y del pasado. Ninguno podía sospechar que un par de semanas más tarde volverían a verse en una situación infinitamente más dolorosa, más desgarradora: en la capilla ardiente de Chacón en Ferraz.

rencores y venganzas

El PSOE de Chacón asiste atento, en vilo, a la contienda de las primarias. Si Carme viviera, se sentiría igual de nerviosa, de preocupada, porque es imposible predecir qué va a ocurrir, y pensaba, como tantos, que si ganase Sánchez el PSOE podía convertirse en testimonial, perdería su marca de partido de Gobierno. Y en el caso de que venza Díaz -nadie contempla que lo haga Patxi López-, el PSOE tardará más de dos años en conseguir el peso necesario para recuperar el enorme terreno perdido y volver a ser lo que era.

Todos, o casi todos, creen que si es la andaluza la ganadora, recibirá el apoyo de López y, de alguna manera, tendrá papel en el nuevo PSOE, pero no se deben adelantar acontecimientos. Y también todos, o casi todos, consideran que si venciera Sánchez, intentará un acercamiento con Podemos. Y si hay elecciones anticipadas, el secretario general socialista intentaría gobernar con Podemos. El problema es que todos, sin el casi, piensan que si Sánchez vuelve a ser candidato, sería Podemos la segunda fuerza... y por tanto él no sería el presidente del Gobierno.

Los datos que manejan la gestora y analistas que trabajan en el PSOE indican que Sánchez carece de apoyos con poder institucional y es difícil que consiga votos suficientes de una militancia que suele seguir a sus dirigentes regionales, provinciales y locales. Sólo lo respaldan dos alcaldes de cierta relevancia: Valladolid y Dos Hermanas. Por otra parte, la gestora está revisando con lupa las nuevas altas de militantes, al advertir que en las últimas semanas se están produciendo varias por bloques, con las cuotas asimiladas a una misma cuenta corriente o tarjeta de crédito. Una situación que se debe aclarar antes de entregar el censo a los tres candidatos.

Porque la pelea, lo sabía muy bien Carme Chacón, es a muerte. No sólo por lograr el poder, la Secretaría General, sino también para aliviar rencores y dar salida a venganzas personales.

Una pelea en la que no todos los candidatos piensan en qué es mejor para el PSOE.

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