PEDRO Sánchez ya está en capilla, el día de ayer lo dedicó a preparar el discurso de investidura con el que se someterá a la elección del Congreso el martes a partir de las 16:30  de la tarde. El referéndum con el que quiso atar a los barones regionales más críticos, y que parecía que se le había atragantado como un tiro por la culata, no le ha salido mal, el sí a su acuerdo con Ciudadanos ha ganado por una amplia mayoría, del 79%, y la participación, aun siendo baja, fue del 51%. Incluso en Andalucía, donde la oposición a suprimir las diputaciones era más fuerte, el sí salió por un 76% frente a un 24% de noes (los datos aún eran provisionales, pero no se esperan cambios

significativos). La participación fue un punto más baja. Varios secretarios generales, como los de Jaén y Cádiz, se habían manifestado en contra del fin de las corporaciones provinciales, mientras que ningún líder provincial hizo campaña por el sí ni anunció el sentido de su voto. La militancia andaluza, muy bien controlada por su dirección, no ha querido perjudicar a su líder a escasas horas del discurso de investidura, no ha habido llamadas a la rebelión. Incluso en la provincia de Jaén, donde su secretario general, Francisco Reyes, hizo campaña a favor del no, ha salido el sí con algunas excepciones en varias agrupaciones. Un miembro de la Ejecutiva andaluza explicó anoche que los resultados demuestran que la dirección de Díaz ha sido respetuosa con las intenciones de la militancia. "No ha habido directrices de ningún sentido", indicó. 

Pedro Sánchez salva el referéndum, aunque una parte de la militancia superior al 20% se ha expresado en contra de un acuerdo que incluía la desaparición de las diputaciones y varias concesiones en materia fiscal y laboral a Ciudadanos. En las elecciones primarias de julio de 2014 en las que tres candidatos optaron a la Secretaría General del partido, la participación fue del 66,7%. Un resultado inferior al 30% hubiese sido un mal resultado que habría convertido la sesión de investidura en una cuesta muy empinada para el candidato socialista. Cerca de 96.000 militantes socialistas han expresado su opinión en un referéndum que deja abierta la opción a pactar con otros partidos sobre los mismos principios. No obstante, el acuerdo de Gobierno que han votado las bases sólo garantiza 130 síes de los 176 que son necesarios en la votación del martes. El viernes o el sábado volverá a celebrarse una  elección en la que sólo hará falta la mayoría simple, pero Sánchez tampoco cuenta con apoyos. 

En comparación con Podemos y Ciudadanos, que también consultan a sus militantes, la participación del PSOE es alta. Cuando se eligió a Pablo Iglesias como líder, sólo participó un 16% de los inscritos. Sánchez se congratuló anoche de este resultado y dijo sentirse orgulloso de la militancia.

Ante la posibilidad de que los barones territoriales le tumbasen en un comité federal un acuerdo con Podemos, Sánchez recurrió a pasar el acuerdo por las bases. Finalmente, el pacto se produjo con Ciudadanos, como querían los críticos, pero Ferraz temía que una gran abstención reflejase el malestar de parte del PSOE con su líder.

La militancia andaluza se había convertido en el posible escollo del acuerdo, debido a la falta de movilización y a la oposición de los principales dirigentes a la supresión de las diputaciones. La dirección andaluza, como la castellanomanchega, no ha hecho campaña, ni a favor del sí ni por la movilización. No obstante, el sí ha ganado sin problemas en Andalucía, aunque con una leve diferencia en cuanto a participación y a una mayor oposición al acuerdo. En Sevilla, la provincia de Susana Díaz, fue a votar el 52% y el 71,7% dijo sí frente al 25,2% en contra.  Algunos partidarios de Sánchez temían que en esta provincia la participación no llegase al 30%. No ha sido así. 

El peor resultado, de hecho, se ha obtenido en Aragón, con sólo un 63,65% de síes frente al 90% de Euskadi. Sólo los líderes autonómicos más próximos a Sánchez hicieron  campaña por el sí. Es el caso de  la presidenta balear, Francina Armengol; el jefe del PSC, Miquel Iceta; la secretaria general madrileña Sara Hernández, la vasca Idoia Mendia, el castellanoleonés Luis Tudanca, el gallego José Ramón Gómez Besteiro y  la cántabra Eva Díaz Tezanos. 

En algunas agrupaciones de la ciudad de Sevilla, como la de Pino Montano, ganó el no, aunque por una diferencia de muy pocos votos. En Dos Hermanas, el sí alcanzó el 91,6% con una participación del 72,07%. Su alcalde, Francisco Toscano, es el único líder que se posicionó, claramente, a favor del acuerdo de Gobierno y en contra de las diputaciones. Toscano es uno de los pocos pedristas reconocidos de la comunidad. 

Ni Susana Díaz ni su número dos, Juan Cornejo, revelaron qué votaron. La presidenta andaluza sí manifestó en el acto reivindicativo del 28-F que Andalucía necesita a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, pero no hizo mención alguna al referéndum. Poco después de las cuatro de la tarde, Susana Díaz votaba en su agrupación de Triana. En Sevilla, Ferraz también había anunciado el voto de Alfonso Guerra en la agrupación centro, y es que la dirección federal temía una gran desmovilización en la comunidad. La razón de este desinterés no se explica sólo por la falta de entendimiento entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, hay que considerar que los militantes han votado un acuerdo que no garantiza el Gobierno, ya que sólo suman 130 escaños, por lo que en cierto modo no es un referéndum sobre un  pacto de Gobierno. Y, además, Pedro Sánchez escenificó con Albert Rivera un acuerdo que se daba por hecho, por lo que difícilmente la militancia iba a posicionarse en contra de su secretario general. Cuando en un referéndum el sí es seguro, cuando no hay rivalidad, la desmovilización es segura.