Entre leones

Rajoy, con Obama y Romney

  • Griñán se equivoca al poner a Rubalcaba a los pies de los caballos. García-Page, el tercero en discordia. Los euros de Díaz Ferrán financiaron actos de Esperanza Aguirre. Arias y Picardo, en el mismo restaurante.

El ayer y el hoy de Griñán

Con la perspectiva de los días, nadie pone en duda -ni sus críticos más acérrimos- que el PSOE gobierna hoy por hoy en Andalucía gracias a que José Antonio Griñán, en calidad de presidente de la Junta, no hizo coincidir las elecciones andaluzas con las generales. Ese movimiento táctico rebajó la supermayoría absoluta -dio tiempo para que las reformas de Rajoy transformaran las cuentas de Arenas en las cuentas de la lechera- que los sondeos otorgaban al PP hasta dejarla en una victoria histórica pero pírrica. Durante los meses previos a los comicios andaluces, la oposición interna puso a Griñán varias ocasiones contra la cuerda, sobre todo cuando su candidata a la secretaría general, Carme Chacón, cayó derrotada ante Alfredo Pérez Rubalcaba. El ambiente en el PSOE estaba tan deteriorado que sus críticos, convencidos de una mayoría absoluta del PP, le esperaron con el cuchillo en la boca en el hotel sevillano que acogió a los socialistas andaluces la noche electoral. Hasta Micaela Navarro, que debía estar en Jaén junto a sus compañeros como cabecera de lista, apareció por Sevilla. Griñán resistió y ganó, y después logró armar un gobierno de coalición con IU tras aceptar la creación de un comité de investigación sobre los ERE fraudulentos. Sin embargo, desde el congreso regional que aupó a los suyos y defenestró a los críticos, no está a la altura. El nivel de integración de los derrotados fue decepcionante, tanto o más que el que exhibió Rubalcaba con los chaconistas y los griñanistas. Y ahora, en la maniobra contra el secretario general del PSOE tras los batacazos electorales cosechados en Galicia y el País Vasco, ha patinado aún más, si cabe Es verdad que el primer líder socialista parece más un hombre de transición a medida que pasan los meses y el PSOE no sale de su estancamiento. Pero que el presidente del partido y máximo responsable de los socialistas andaluces, un personaje querido por la militancia, haya sido el que le ha puesto en el disparadero es un acto de deslealtad más que de responsabilidad. Aunque en el fondo no le falte razón, en la historia del socialismo democrático español no se había conocido nada igual.

El tercero en discordia

Por cierto, ante las opciones de Carme Chacón y Patxi López de cara a unas primarias en el PSOE, que nadie olvide al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page. Apadrinado por José Bono, este toledano de 44 años va ganando adeptos. Por lo pronto, sabe ganarle al PP.

¿Por qué se marchó 'Espe'?

Todavía siguen fluyendo teorías para intentar explicar la prematura retirada de Esperanza Aguirre de la política activa. El 'caso Gürtel' añade una más: el ex presidente de la CEOE y del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, financió la fundación del PP en la Comunidad de Madrid (Fundescam) con unos euros que acabaron pagando actos electorales de la lideresa.

Arias y Picardo

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias, coincidió el pasado martes con el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, en el restaurante madrileño 'La Ancha'. Menos mal que no se vieron, porque si se hubieran siquiera saludado, el titular de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, pone a los 10.000 trabajadores españoles a hacer cola en la Verja. Por cierto, Picardo defendió los logros del Foro Tripartito y se desmarcó totalmente, en un encuentro con destacados diputados españoles, del proceso independentista abierto por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Reforma sobre reforma

Parece que la victoria electoral del PP en Galicia he aumentado el furor reformista del Gobierno. Así las cosas, esta semana propuso una reforma de pensiones, con la que pretende elevar la edad para acceder a la jubilación anticipada y parcial, sin que haya entrado todavía en vigor la última. La que se aprobó en julio de 2011 entrará en vigor en enero. En ella, aparte de ir elevando la jubilación a los 67 años, se contemplaba que la edad mínima para acceder al retiro anticipado se situará entre los 61 y los 63 años. Pues bien, el Gobierno pretende ahora retrasarla y cerrarla a los empleados públicos.

Desde que el PP llegó al poder, hace apenas un año, se le critica que muchas de sus reformas tienen un claro cariz ideológico neoliberal y retrógrado. Pero después de conocer, por boca de Cristóbal Montoro, que los Presupuestos Generales del Estado para 2013 serán los más sociales de la historia de la democracia, habrá que añadir unas gotas socialcristianas a la fórmula pepera. Es decir, va desde la extrema derecha hasta Obama. Porque, por si no saben, Rajoy estará el martes con el candidato demócrata. Y, aunque le negó una fotillo de nada, también apoyará al candidato republicano, Mitt Romney. Vamos, una vela a Dios y otra al Diablo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios