España

Dos bloques insuficientes

  • Ni independentistas ni constitucionalistas obtendrán la mayoría absoluta, según los sondeos, y los comunes tendrán la llavel No hay permeabilidad entre los frentes y Cataluña corre el riesgo de quedar dividida entre dos comunidades que no se entienden

Inés Arrimadas (C's) y Marta Rovira (ERC).

Inés Arrimadas (C's) y Marta Rovira (ERC). / EFE

Ni la fuga de Puigdemont ni la salida de empresas ni la retirada de 6.000 millones de euros de los bancos en sólo siete días después del 1 de octubre han quebrado la confianza de los independentistas en su proceso. Ni siquiera que los tres partidos soberanistas que se presentan a estas elecciones sepan qué harán después del 21 de diciembre. Aún no han sido capaces de explicar si adoptarán una vía unilateral, es decir, una vuelta al procés, o de negociación. Es más: se desconoce quién será el candidato a la presidencia si lograsen alcanzar la mayoría absoluta. Uno posible, Puigdemont, está fugado; otro, Oriol Junqueras, encarcelado, y la tercera, Marta Rovira, secretaria general de ERC, ha pinchado y tiene graves dificultades para expresarse en castellano. Pero no importa, el independentismo se está convirtiendo en una suerte de creencia, de religión refractaria a los razonamientos lógicos. Al día de hoy, la suma de porcentajes de voto que obtendrá ERC, Juntos por Cataluña y la CUP apenas varía con respecto a las elecciones de hace dos años. ERC y la lista de Puigdemont lograría, según los sondeos, un 39%, la cifra obtenida por Junts pel Sí cuando iban juntos. Pero la CUP flaquea, no mucho, sólo un poco, por lo que unido a un aumento de la participación y al gran crecimiento de Ciudadanos, haría que los independentistas no obtuviesen la mayoría absoluta ni en votos -como ocurrió hace dos años- ni en escaños. Hacen falta 68 actas.

Los dos últimos sondeos se han conocido este martes, de Diario.es y de un periódico local de Lérida, Sagres. A grandes rasgos dan un resultado similar, ninguno de los dos bloques alcanza una mayoría para gobernar, aunque el último de ellos da la victoria a Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos. Cuando en Cataluña se habla de dos bloques se introduce un matiz aclaratorio: los comunes no forman parte ni del independentismo ni del constitucionalismo, y es cierto, el candidato Xavier Doménech está a favor de un referéndum de autodeterminación pactado con el Gobierno central. PSC, Ciudadanos y PP necesitarían a En Común-Podemos para alcanzar la mayoría absoluta de escaños y elegir un presidente no independentistas, pero esto no va a ocurrir. Los comunes se descuelgan de este acuerdo. No van a hacer a Inés Arrimadas presidenta ni a Miquel Iceta si necesita el apoyo de los comunes y de Ciudadanos a la vez. Tal como le hicieron a Pedro Sánchez en su investidura, Podemos no facilitará la investidura de un presidente socialista.

Lo que Xavi Doménch propone es un acuerdo de izquierda, con el PSC y ERC, pero estos dos partido se niegan a ello. El socialista Miquel Iceta ha explicado que "en la próxima legislatura" no ve posibilidades de gobernar junto a los republicanos, y ERC, por boca de Gabriel Rufián, ha contestado que no pactará "ni con carceleros ni con usurpadores". El tripartito es una vía cegada.

Así, ERC, Juntos por Cataluña y la CUP no alcanzaría la absoluta, pero obtendría más diputados que PSC, Ciudadanos y el PP. Sin Doménech, tampoco podrían gobernar. A pesar de que los apoyos de los votantes se mantienen intactos, los independentistas no han sido capaces de solucionar al monumental lío de su candidato a la presidencia. Carles Puigdemont mantiene que él debe ser el presidenciable de su lista y de ERC, ya que fue un presidente depuesto por la aplicación del artículo 155. Puigdemont acaba de declarar en Bruselas que si él es el candidato, volvería a Barcelona para ser investido. Pero esa no es la idea de Oriol Junqueras y de Marta Rovira, ambos desean serlo si ERC es la fuerza más votada. Junqueras tiene el problema de que está en prisión, podrá tomar posesión del acta de diputado, pero no puede ser el presidente. De no ser que antes de la sesión de investidura, sobre el mes de febrero, el Supremo lo deje salir en libertad bajo fianza. No obstante, la mayoría de sondeos no les da mayoría absoluta para ello.

En el bloque contrario ocurre lo mismo. Inés Arrimadas está a punto de ganar las elecciones si la llamada al voto útil de Albert Rivera desplaza sufragios desde el PP. Hay circunscripciones, como Gerona y Lérida, en las que el PP corre el riesgo de no obtener escaños, por lo que esos votos se perderían. Ésa es la llamada que está haciendo Ciudadanos a los votantes populares. Una victoria de Arrimadas, tanto en votos como en escaños, sería un duro golpe para los independentistas, casi definitivo.

Miquel Iceta, así como Doménech, proponen un diálogo entre ambos bloques. El candidato de En Común es el mejor situado para ello, pero los comunes no van a sacar un buen resultado para negociar. No es el caso de Iceta, al que hay que prestar atención, su elasticidad para alcanzar acuerdos no ha dejado nunca de asombrar.

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