El presunto cerebro del caso Guateque, Victoriano Ceballos, afirmó ayer en el juicio que "jamás ha adelantado expedientes ni ha recibido sobornos para cualquier fin ilegal", pero admitió que sí habló de dinero con los intermediarios que le solicitaban cambios de licencias. Aunque matizó que lo hacía "en plan broma". De hecho, en un caso relató que llegó a pedir 5 millones a un "gestorcillo" al ser "un sinvergüenza". "Fue un invento mío", dijo.
Ceballos, que estuvo al frente de la División municipal de Impacto y Análisis de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, se enfrenta a una petición fiscal de 14 años de cárcel. Tras ser detenido, estuvo 73 días de prisión, abandonando la misma en enero de 2008 bajo fianza de 60.000 euros.
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