Esperanza aguirre

La condesa aguerrida

Liberal confesa, está encuadrada en el sector más conservador del PP por su brava visión de la política. No disfraza sus opiniones en discursos almibarados. Debajo de su armadura de aguerrida política subyace un carácter conciliador y una gran admiración por Cataluña, la tierra de su tío abuelo el poeta catalán Jaime Gil de Biedma. Es el reverso anecdótico de su carácter combativo contra los excesos del nacionalismo. Igualmente anecdótico es su título de condesa. Su candidatura cuenta de partida con el sí incondicional del flanco aznarista. Cobijó a muchos de sus miembros bajo su bastón de mando en la Comunidad de Madrid tras la hecatombe electoral de 2004. En su fulgurante currículum parpadea su paso por todas las administraciones. Fue descubierta en la municipal, confirmada en la estatal durante los gobiernos de Aznar -es la única mujer que ha presidido el Senado- y se consagró en la órbita autonómica, donde ha cosechado los éxitos más vistosos. Hace un año firmó otro hito: encadenó su segunda mayoría absoluta en la Comunidad. La primera, en 2003, llegó merced a la deserción de los diputados socialistas Tamayo y Sáez, que le sirvieron en bandeja su victoria en una segunda vuelta. Ha asegurado que no competirá con Rajoy pero su rivalidad con Gallardón podría actuar de resorte si éste, más osado, da el primer paso. Su pugna con el alcalde por las listas al Congreso le valió el papel de mala de la película.

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