España

La incredulidad sigue disparándose

¿No va más? Pues claro que sí. Y lo que te rondaré morena. La puja electoralista está desbocada y la catarata de promesas ya empieza a escamar hasta el estupor. A los dos grandes líderes, los únicos con posibilidades de coger el timón del país, se les llena la boca de promesas ("compromisos" los llama Zapatero, como si ese matiz semántico les confiriera cierto prurito talentoso) que son un perfecto caldo de cultivo del escepticismo de esa legión de votantes que siempre tiene presente eso de demasiado bonito para ser cierto.

Es muy propio de los políticos, más cuando se juegan los cuartos electorales, pasar por alumno aplicado que se va a emplear a fondo en sus deberes y que va a convertir su colección de magnos suspensos (de promesas incumplidas o de grandes propósitos apolillados en el desván del olvido) en un brillante expediente por arte de birlibirloque.

No es ninguna novedad que los candidatos de PP y PSOE dibujen un panorama idílico para el país de caer en sus ansiosas manos. Pero lo que está catapultando a esta precampaña al estrellato de la singularidad es la curiosa mezcla de despropósitos y temeridades a la que asistimos. Patinazos y audacias se suceden día tras día.

Evidentes renglones de los primeros son la patada de Rajoy a Ruiz-Gallardón o esa cosa de los 400 euros que promete Zapatero a ricos y pobres. Viva la progresividad, por si no había bastante con el cheque-bebé indiscriminado. Por no hablar de la T-4.

Entre las segundas, las osadías, se coloca en cabeza la disposición de Pizarro a publicar las balanzas fiscales. El flamante fichaje del PP ha soltado el lazo para aplacar al viejo caballo de batalla de CiU y ERC, empeñados en desmontar el mito de la Cataluña insolidaria.

Zapatero prometió darles gusto ante las cámaras de TV3 hace dos años. "Las publicaremos, sin ninguna duda". Sólo ha dado largas.

Ahora, Pizarro pretende despojarse del estigma de anticatalán. Pero su calculadora no es la de los nacionalistas. Vamos, que su voluntarismo suena a amenaza.

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