El impulso de las relaciones empresariales entre España y China, deficitarias para nuestro país, es el eje central de la visita que ayer inició en España el primer ministro chino, Wen Jiabao, que fue recibido por el Rey y por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, el viaje incluye la firma de hasta 12 acuerdos que beneficiarán a compañías españolas, además de una declaración conjunta entre los dos gobiernos centrada en los aspectos económicos, comerciales y culturales.
España y China aspiran a fomentar la cooperación en ámbitos como las telecomunicaciones, las finanzas, las energías renovables, el medio ambiente y el turismo. También se busca ampliar la inversión recíproca para equilibrar la balanza comercial, que es deficitaria para España, como le ocurre al conjunto de la UE y a EEUU. Mientras las exportaciones chinas a España pasaron de 7.011 millones de euros en 2003 a 18.966 millones en 2007, las ventas españolas al gigante asiático registraron una expansión mucho más modesta: de 1.495 millones a sólo 2.651 millones en el mismo periodo.
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