Finalizó un nuevo ciclo taurino que ha dejado muchos detalles y muchas imágenes de lo visto y vivido en el coso taurino de la Avenida de Vilches. Del análisis critico de las corridas del abono se han ocupado con su sabiduría Benjamín Hernández y Paco Bernabéu, y a partir de ahora lo harán muchos aficionados y miembros de las distintas peñas taurinas almerienses, manteniendo vivo a lo largo de todo el año el espíritu y la pasión por nuestra Fiesta, dicho y escrito en mayúscula como ya les comenté el primer día.

Si el éxito de toreros y toros no ha cubierto por completo las expectativas creadas y los deseos de protagonistas y público asistente, sí lo ha sido -y con creces- el extraordinario ambiente que cada tarde se ha vivido en los tendidos y gradas de la Plaza.

Con una entrada media por encima de la mitad del aforo, y el lleno con José Tomás, la gente se ha divertido, entretenido e, incluso, aburrido en algunos momentos, pero siempre han destacado la cordialidad, las buenas formas, la genenerosidad con los toreros, y la hospitalidad con propios y extraños durante el sagrado rito de la merienda. En estas últimas líneas quiero agradecer a cuantos me han ofrecido el 'avituallamiento vespertino' cada tarde, y a cuantos han mostrado su mejor sonrisa para la cámara de El Almería.

Un último detalle para destacar la presencia de muchos jóvenes que han disfrutado con su presencia en las corridas. El futuro de nuestra fiesta estará así asegurado durante muchos años.