Feria

La maestría de Tomatito, más grande con la OCAL de fondo

  • El Palacio de los Juegos Mediterráneos, con más de 4.000 personas en su interior, se emocionó con el arte y la maña de todo un mago de la guitarra y una orquesta que se hace grande

Puro espectáculo para despedir la Feria. El concierto ofrecido anoche por la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) y José Fernández Torres, Tomatito, en el Palacio de los Juegos Mediterráneos, fue un broche de oro a las actuaciones programadas para estos días. Un acierto.

Gana enteros el arte de este guitarrista almeriense cuando tiene detrás a un grupo que cuida tan al detalle su trabajo. Sobre el escenario, 71 profesionales y un mago del flamenco, siempre acompañado de su grupo. Bajo él, más de 4.000 personas encandiladas con el talento derrochado.

El repertorio supo variar en forma y contenido para mantener en vilo a los asistentes. Tomatito no defrauda nunca. Y, además, Almería hace que se crezca. No deja de ser su tierra. Sus dedos se mueven como pocos en el arte del punteo y clavan los acordes en la mente del público con un sonido vibrante.

Apenas tuvo la OCAL cuatro días para preparar al completo el repertorio que el guitarrista puso sobre el escenario, pero les sobró con ello. En la primera parte del concierto, orquesta y Tomatito actuaron juntos. Fueron cinco intervenciones en el que el sentimiento clásico de los instrumentos se conjuntaron a la perfección con el ritmo de la guitarra. Abrió el acto la taranta Brisa de Levante. A la guitarra, Tomatito. Puso la voz Mari Ángeles Fernández, hija del artista, que a su mismo tiempo es la autora del tema. Compositora de la música y de la letra. Le siguió Luz de Guía, sin voz pero con alma. Otro tema compuesto por Mari Ángeles. El Adiós Tonino, de Astor Piazzolla, fue la tercera pieza, y, a continuación Two Much y Canción Turca, una obra maestra resultado de la imaginación de Erkan Orgur. No era fácil ensamblar los temas, pero el trabajo intensivo de ensayo de la Orquesta de Almería, que ha estado preparando la actuación mañanas y tardes durante los últimos días, dio su resultado.

Una vez Tomatito y su grupo completaron el repertorio elegido para la ocasión, la OCAL se hizo la dueña del escenario. España, Rhapsodia para Orquesta (de Enmanuel Chabrier, fue la primera melodía en tomar forma sin el almeriense.

Varios jóvenes de la Orquesta Joven de Almería (OJAL) se encontraban entre los mayores. Era una prueba de fuego para ellos y no les vino grande. Pasará muy poco tiempo hasta que suban un peldaño y puedan actuar más a menudo en estos eventos a gran escala. Durante estos días previos al concierto recibieron una buena noticia. Tomatito ha insinuado con la posibilidad de viajar junto a la orquestas por varios puntos de España. Sería, sin duda, un espaldarazo tremendo para muchos de ellos.

En cuanto al lugar elegido para el recita, el palacio de los Juegos Mediterráneos, es lugar privilegiado para este tipo de recitales y en él sonaron de forma inmejorable grandes composiciones. De gran aforo, no tuvo problemas para albergar a alrededor de 4.000 personales. Muchos de ellos habían hecho cola desde dos horas antes de su comienzo.

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