El hábito no hace al fraile. El dicho lo demuestran cada Feria del Caballo los socios del 'Rincón Cherokee'. Unos vaqueros, la justa dosis de cuero y de melenas, todo ello aliñado con una motocicleta -a ser posible una 'chopper'- terminan de conformar el look del motero feriante por excelencia de la Feria de Jerez. Uno de ellos, Manuel Quevedo, sostiene, y con razón, que el parque González Hontoria es Jerez en miniatura. No en vano, toda la ciudad se desplaza estos días al albero para disfrutar de la Fiesta. Es Jerez, pero bajo lonas.

- ¿Cómo se le ocurre a un motoclub montar una caseta?

- Pues para atender a todos los amigos que tan bien se portan con nosotros el resto del año. Aquí viene gente de Alemania, Portugal, Suecia. Algunos, como los colegas alemanes, hasta vienen a ayudarnos en el montaje. Somos la caseta más internacional.

- La verdad es que no me los imagino bailando sevillanas con tan particulares pintas...

- Pues imagínatelo. Aquí lo que prima es la música de la tierra hasta que, a determinadas horas, ponemos música, diríamos que para todos los gustos.

- Tienen fama de tener una buena cocina y unos precios muy 'arreglaos'...

- Nuestra cocina es de primera. Por ejemplo, ahí están las 'cabrillas en salsa' que hace 'La Bruji', un 'chili con carne' que vienen a probarlo hasta los mexicanos que viven en la ciudad y los famosos 'cherokitos de pringá'.

- Imagino que los cherokees os pediréis unas vacaciones para atender la caseta...

- La verdad es que hay de todo: unos cogen vacaciones, otros se escapan como buenamente pueden y otros, unos cuantos, se dedican a engañar al jefe.

- Una vez contadas las ganancias qué hacéis con ellas...

- Ese dinero nos ayuda a sufragar los gastos de la sede y la mayor parte de los desplazamientos que hacemos a lo largo del año.

- ¿Son ustedes tan malos como parecen?

- ¡Qué va! Aquí tenemos un chicle en la boca y si quieres te lo damos. Bromas aparte, somos muy buena gente aunque reconocemos que estas pintas acojonan...

- ¿...?

- Sí, joé. El otro día vino el dueño de una empresa de seguridad y su comercial. Entró, nos vio y dijo: "Me parece que vosotros no necesitáis seguridad ¿no?". Pues no, picha. Claro que no, le dijimos.