-Cumplidos los 77 años y se le ve hecho un chaval...

-No sé si será constitución o qué, pero imagino que mucho le deberé a la vida en el campo, a montar a caballo y a tener una vida que es muy activa.

-¿Cómo está viviendo la Feria del Caballo de este año?

-Pues prácticamente la vivo igual que siempre. Hay muchas cosas que hacer en el Hontoria si te gusta esta fiesta tan nuestra. Hoy, por ejemplo, todo gira en torno a los toros. Además siempre acudo a donde me llaman y muy feliz además porque en la Feria del Caballo siempre hay muchas cosas que ver. Las casetas son una maravilla, la gastronomía raya a gran altura... Todo ello se demuestra con la gran cantidad de gente que la está visitando.

-¿Cómo es su día ideal de Feria?

-Pues como todos los días me levanto temprano. Además, en la Feria como te distraigas mucho te quedas sin ver nada pues el tiempo pasa volando. Por ejemplo, es recomendable, a quien le guste, no perderse los caballos de Equisur, así como la doma vaquera. Ahora (por el momento en que se hace la entrevista) aquí estamos defendiendo el sombrero de ala ancha de Jerez, que es único y distinto al de otras zonas de España, incluido el sombrero cordobés.

-¿Qué le caracteriza en su diseño?

-Pues que tiene una copa más alta y menos vuelo que otros que son más bajos y más anchos. Aquí hemos tenido verdaderos artistas del sombrero como González, que tenía su tienda en la calle Larga.

-Hay un dicho popular, y que además es muy defendido por los feriantes, que señala lo siguiente: "Para feria grande la de Sevilla, para bonita la de Jerez y para simpática la de Sanlúcar? ¿Qué opinión le merece esta aseveración?

-Pues que la comparto totalmente. En el Diario de Jerez así lo ha dicho la soprano Ainhoa Arteta, a la que conozco desde hace años. No en vano, la Feria de Jerez es una fiesta que se celebra en un parque, con los árboles de fondo. Es muy, pero que muy bonita. No tiene comparación. Tampoco debemos olvidar lo que dice Ainhoa, que es una gran artista con mucho mundo recorrido.

-El hecho de que este año no haya corrida de rejones es algo, digámoslo así, de 'muy difícil digestión'...

-Pues la verdad es que sí. Con el trabajo que cuesta mantener algo así y, de repente, llega alguien y lo quita. Los rejones son algo muy jerezano y que siempre ha gustado tanto aquí como por toda España. Yo he estado años toreando más de cien corridas, que se dice pronto.

-Además, dicha corrida tenía este calificativo: 'del Arte del Rejoneo'...

-Esta corrida nació aquí y aquí debería mantenerse. Tengo un nieto ahí, que se llama Pablo, que puede ser un artista de los buenos a caballo, con esa garra taurina que hace falta. Pero los empresarios... no sé qué les pasa. Llegan un día, ponen los carteles y se acabó. Después se quejan de que no hay gente que continúe con el arte del rejoneo. Hay que tener más en cuenta a los jóvenes.