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Ana Salazar estrena 'Desayunos sin diamantes' en Paúl

  • La polifacética artista cuenta con Alfredo Lagos en la dirección musical

Ana Salazar no es una flamenca al uso. Canta y baila y también es capaz de adentrarse en otros estilos como la 'chanson' francesa. En Sala Paúl y dentro del ciclo 'Con nombre propio', estrena su último espectáculo: 'Desayuno sin diamantes'. Un recital de bailes y canciones flamencas de una artista personal y transfronteriza que podrá verse el próximo sábado día 28 de febrero.

"Una diva que está en un momento personal y profesional complicado. Extenuada y perdida cae al vacío, desde donde tendrá que volver a construir, privada de contacto exterior, todo su universo a través del movimiento y de su voz". Así se define el nuevo espectáculo de Ana Salazar. Un montaje que no dejará a nadie indiferente y en el que la artista vivirá una transfiguración que le llevará a resurgir a la vida de nuevo. Serán la música, el cante y el baile lo que la hagan renacer.

No estará sola en este proceso; contará con un repertorio musical dirigido por Alfredo Lagos, que también acompañará a la artista con su guitarra, el percusionista Bandolero, el cantaor Roberto Lorente y Miguel Téllez, además de Noé Barroso a las palmas.

"Desayuno sin diamantes" está configurado como un recital de bailes y canciones flamencas, el autorretrato de una artista personal, heterodoxa, transfronteriza. Interpretará, cantando y/o bailando piezas como la canción por bulerías "Llueve en París", el tanguillo de Cádiz, el martinete "Lo amargo", "Fotografía" "Alegría de verte", "Tiempo" o "All free".

Ana Salazar -que, como bailaora, ha formado parte de las mejores compañías de flamenco-, ofrece además su voz, convirtiendo sus propuestas en una unión de cante, baile e interpretación. Lo mismo zapatea con fuerza y pasión que entona dulces versos. Es una artista que, siempre arraigada al flamenco, ha emprendido la búsqueda constante de nuevos cauces de expresión para su arte, debido a su carácter inquieto. Así las cosas, parece que Ana Salazar lucha por encontrar un lenguaje musical que la identifique, sin que afecte a su libertad de expresión.

Tras participar en el disco "Chanson Flamenca", nació el proyecto "Ana Salazar canta a Edith Piaf", un auténtico fenómeno en Francia y con reconocimiento internacional. Después de este éxito, presentó su disco "Claros del alma" con la colaboración, entre otros, de José Luis Montón y la producción de Guillermo McGuill. En aquella ocasión la artista se rodeó de los principales músicos del jazz español actual para abordar un repertorio de elegante sencillez. A su juicio, se trata "de un disco claro y muy sincero, lleno porque está creado en casa, en la más absoluta tranquilidad".

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