Festival de Jerez

Baile sin barreras

  • José Galán finaliza con éxito el primer curso de arte integrado en el Festival de Jerez

Una de las novedades de la XXI edición del Festival ha sido la inclusión por primera vez de un taller de flamenco inclusivo a cargo del bailaor José Galán. El sevillano, también pedagogo, lleva trabajando en este proyecto, que él denomina "arte integrado", desde 2010 pues considera que "no hay limitación si no te la pones".

Este curso piloto ofrecido por la muestra jerezana ha contado con diez alumnos, un número que en su opinión "quizás no ha sido muy elevado, ha faltado paticipación, pero en líneas generales ha sido "muy positivo". Esta falta de respuesta, no obstante, la achaca "al precio", principalmente porque "en el tema de la discapacidad se está acostumbrado a que las cosas sean gratuitas y si queremos igualdad, esto hay que pagarlo".

Durante una semana, los alumnos han interactuado y trabajado distintos aspectos coreográficos de tangos o alegrías, un trabajo que ayer pusieron en escena con una performance en la Plaza Romero Martínez y posteriormente en una de las salas de ensayo del teatro.

Patricia, Dolores, Pepe y Rocío han sido algunos de los alumnos que han participado en el curso, y de ellos tres han sido becados. Curiosamente, las becas llegaron, según cuenta Sara Dezza, manager de José Galán, "gracias a la donación desinteresada de una persona. Nos localizó por Facebook y nos llamó para decirnos que el dinero del regalo de boda que había tenido nos lo cedía para que se dieran becas para el curso. Ha sido algo increíble".

Generalmente, y aunque a José Galán no le gusta hablar de ello, las clases atienden también al grado de discapacidad de las personas. De cualquier forma, como bien explica el bailaor, "lo que le funciona a un alumno no le funciona a otro, independientemente de la discapacidad que tenga. Lo importante es tener capacidad de respuesta rápida para que el alumno no tiene la toalla, ahí está la clave".

Además, reconoce que en el día a día "lo único que tienes que ser es muy intenso, porque al final esto va más allá de la relación profesor-alumno, somos amigos, de hecho lo primero que hago es una terapia grupal".

Una de las alumnas es Rocío 'La Jerezana', a la que vimos la pasada Navidad en la zambomba de Los Cernícalos de Villamarta. Baila, se recoge y hasta canta por bulerías con un sentido del compás impresionante. Como advierte su maestro "las personas con síndrome de down tiene una capacidad de transmisión en el arte muy alta, sobre todo en el movimiento".

Dolores es catalana. Hace unos años la polio la dejó en silla de ruedas. Lejos de amilanarse, "me apunté, por recomendación de una amiga, a un curso en Barcelona de danza contemporánea. Esto me ha cambiado la vida", admite. La de Jerez ha sido "mi primera experiencia con el flamenco, y estoy muy contenta, querer es poder, si uno tiene ganas y la manera de formarse, les animo a que participen en estos cursos".

Galán confía en seguir el próximo año, aunque pide "mayor ayuda por parte de las instituciones", ya que en países como EEUU o Reunido Unido está práctica cuenta con grandes inversiones.

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