XXI Festival de Jerez

Fusión mágica entre vinos y cantes

Los Claustros de la Bodegas Fundador acogieron ayer un acto organizado por la Peña Flamenca Buena Gente en colaboración con la propia bodega del grupo Emperador. Con la dirección del flamencólogo José María Castaño, alrededor de ciento ochenta personas disfrutaron de una cata de vinos de la casa con el cante de José Carpio 'Mijita', que presentaba dentro del marco del Festival de Jerez su último trabajo discográfico 'Se llama flamenco'.

Bajo el título 'La magia de los vinos de Jerez y sus cantes', Castaño fue recorriendo los entresijos de los caldos Harveys a los que fue relacionando, como vienen haciendo de unos años acá, con distintos palos del flamenco interpretados por el artista mencionado. Hasta la bodega del barrio de San Mateo acudieron determinadas personalidades de la sociedad jerezana como el obispo de la Diócesis, José Mazuelos, el guitarrista e Hijo Predilecto Manuel Morao, el director de la Real Escuela, Juan Carlos Camas, y representando al Ayuntamiento, Francisco Camas.

José María Castaño dio la bienvenida destacando que lo que se pretendía en este encuentro no era otra cosa que "crear puentes de interacción sensorial entre los vinos y el cante", destacando que "es un verdadero y auténtico milagro" lo que se produce en "nuestras" bodegas. En ese sentido presentó a quienes iban a ser "los portavoces del vino" en la jornada. El cante de José Carpio estuvo acompañado por la guitarra de José Gálvez, al que por cierto hay que aplaudir cada una de sus intervenciones, y las palmas de José Rubichi y Diego Montoya. Esta fusión entre elementos identificativos de la cultura jerezana comenzó con el fino, al que relacionó con el estilo por bulerías. "Donde hay fino hay vida y compás", aseguró. 'El Mijita' comenzaba así una tanda de cantes que causaron momentos emotivos al amplio número de participantes de la cata. Fue desarrollando todas las características organolépticas de los vinos, en el aspecto visual, nasal y a nivel gustativo. Tras el fino llegó el amontillado al que vinculó con las bulerías para escuchar "porque es un cante que está entre dos aguas, pues tiene compás pero mucha profundidad". La soleá llegó tras degustar el oloroso, un vino que "invita a reflexionar, que mantiene un equilibrio en su esencia entre lo dulce y lo seco".

José Carpio arrancó el aplauso unánime del público en un derroche de conocimiento con letras alusivas a las grandes figuras del cante de Jerez como Juan 'Mojama' o Fernando 'Terremoto'. Con el palo cortado, "ese vino rebelde y misterioso", sonó la seguiriya. El respetable se puso en pie tras la emocionante pieza cantada por el de La Plazuela. El último caldo en saborear fue el cream que fue ilustrado con una tanda de fandangos en un momento en el que Castaño recordó que el acto se hacía "no para gustar, sino para doler y transmitir".

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