La Crítica · Sala Compañía

Llantos desde el alma

La noche de los Moneos en el Festival estuvo marcada por la prematura muerte de Manuel Moneo Castillo 'Barullito', un joven artista que nos dejó hace tres días, lo que supuso un duro mazazo para toda la familia. Una guitarra con crespón negro sirvió de anfitriona y también se le recordó con un minuto de silencio.

Aunque, a decir verdad, estuvo presente durante toda la gala, en cada emoción, en cada quejido, en cada remate.

Sentimientos a flor de piel, una situación límite para dos artistas, Gema y Momo, que sacaron fuerzas de donde nos las había para dejar el listón lo más alto posible. Y es que su apellido pesa mucho, hay que venerarlo. Decir Moneo es decir Plazuela, es decir Tabanco del Tío Chico, es decir Acebuche, es decir Torta, es calle Pañuelo, es Manuel y Luis…

Juan José Fajardo Moneo 'Momo de Jerez' hizo de tripas corazón al comienzo presentando sus credenciales por cantiñas y soleá. En este último estilo, los suspiros se hacían llanto, perfectamente ejecutada y repleta de sentimiento. Fue un momento brillante. Contó con el respaldo guitarrístico de otro Moneo, Juan Manuel, que mantuvo un nivel altísimo en el acompañamiento, pues también tocaba con una sensibilidad especial. Estuvo sublime en todo el espectáculo.

Tras Momito, que por cierto presentaba a su vez su último trabajo titulado 'Sangre y Territorio' con el que despunta buenos presagios para un futuro triunfal, llegó el vendaval. Gema Moneo es el prototipo de bailaora con raza que ejecuta con perfecta precisión. Sus sentimientos se hicieron presentes en las iniciales seguiriyas que sonaron con los cantes de Joaquín Marín 'El Quini', un as en el atrás, e Ismael de la Rosa 'Bola', con eco aterciopelada. Gema puso el fuego en ese territorio. Extraordinario su vestuario.

Con compases por bulerías de Jesús Agarrado 'El Guardia' nos vino a la mente la vieja escuela del toque jerezano. Piezas de Parrilla, Moraíto o Periquín, y algunas de su propia cosecha. Entramos de lleno en la esencia cantaora de Momo por seguiriyas y fandangos y se dejó la piel recordando los que hacía su tío El Torta, otros de Moneo y Agujetas. Juan Manuel seguía al cante con especial brillantez.

De nuevo salió Gema para dejarnos perplejos en una soleá, acabada en bulerías, producto del talentoso estilo de Farruquito, con el que comparte escenarios desde hace unos años. Esa influencia la dejó a un lado cuando de bailar por bulerías se trató. Ahí volvíamos a Acebuche, Pañuelo, Tabanco de Tío Chico... Cerraron todos juntos por bulerías. Los Moneos fueron, son y serán una dinastía de bronce que sigue avivando la llama plazuelera para Jerez y el mundo. Barullito, siempre te recordarán porque eres un ángel del cielo y los ángeles son eternos.

Cante y baile

'Sangre y territorio'

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