Matilde Coral. Maestra

"Odio que olviden la historia y parodien el baile flamenco"

-¿Qué tiene el Festival de Jerez que no tienen los demás?

-Todo, tiene todo. Porque lo que se hace aquí no se hace en ninguna parte de España, luego entonces lo tiene todo. Hay que decir la verdad, llevo aquí un montón de años y he sido pionera en esto con Paco López, colaboré en todo lo que pude y lo han llevado de maravilla. Se habla en el mundo entero de Jerez

-¿Cuál es el sitio más raro en el que ha actuado?

-En un centro masón, en todos los centros masónicos de Estados Unidos, más raro que eso...

-¿Con quién se daría una pataíta con Zapatero o con Rajoy?

-Hombre, con Zapatero ¿no? (risas) Aunque es el muñeco de un ventrílocuo, pero vamos... Yo me doy la patá con el PSOE.

-Si fuese político, ¿qué sería lo primero que cambiaría?

-La circulación, primero que nada, la pondría en orden que nos traen locos. Cambiaría a los políticos, los miraría con lupa. Y esto no quiere decir que yo tenga pegas porque a mí me da igual, pero hay que ver la de políticos sinvergonzones que están saliendo.

-¿Qué palo le da más 'palo'?

-Por soleá. Nunca lo he considerado baile, siempre cante. Tengo 74 años y bailo desde los 16, he visto cantar muy bien por soleá y era solamente levantarte de la silla para adornar el cante por soleá y ya me daba impresión.

-Con la crisis, ¿el flamenco da para forrarse o para con tranquilidad llenar la nevera?

-No, el flamenco ahora mismo tiene a muchos artistas que no tienen para comer. Bien porque no piensen o bien porque no estén bien ayudados. Hay que ayudar hasta a Dios. Yo en la Dictadura me hice autónoma, me ha quedado una paga que quita el sentío. Sabía que iba a llegar la edad, ¿y ahora qué haces? Vengo a Jerez porque me da vida pero no bailo ya, doy más bien teoría e historia. Mi hija es la que lleva el baile, pero mi curso es disciplina, el que no quiera que se vaya.

-¿Hay algo que le dé 'jindama' en el flamenco actual?

-Sí, que se olviden de la historia y que hagan de la historia una parodia cómica. El baile flamenco no es para parodiarlo, eso son los sainetes de los Álvarez Quintero. Eso lo odio, es como si me estuvieran dando bofetadas.

-¿A quién o qué se llevaría a una isla desierta?

-A mi marío. Y a mis hijos. ¿Pa' qué más?

-¿Qué artista le pone o le ponía más?

-Uuuh ahora le doy a Poveda un diez, el tío está rompiendo. Y me gusta mucho también la Yerbabuena, que hace una soleá pa' comérsela. De antes, estaba Trini España, no sabía a veces por dónde cogerla. Era una estirpe de mujer bailando, barroca, muy de paso de Semana Santa... Yo era todo lo contrario, era más inteligente. Pero bailar con ella fue lo más grande del mundo.

-¿Quién da más el cante en el flamenco actual?

-El que lo haga peor. El que haga más tonterías, ese da el cante.

-¿A quién o a qué le haría un desplante?

-Aunque suene a coba, se lo haría al que firme ya los papeles para que me den mi escuela, sea el presidente Chaves, sea quien sea, porque es que me voy a morir y no voy a ver mi escuela.

-¿De qué va usted por la vida?

-De madre, siempre. Primero de muchacha educadita, no me dejaba parar una mosca encima. Me gusta la humildad, yo quiero ser humilde y si la rompo es porque me hacen daño. Me paro con la persona que me para aunque sea una pesada.

-De no haber sido artista, ¿qué otra profesión hubiese elegido?

-Sería monja, palabrita del niño Jesús. Tenía vocación y la sigo teniendo pero ya como no me meta en las arrepentías (risas).

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