La crítica · María Pagés

Reflexiones de mujer

  • La bailaora sevillana actualiza en 'Yo,Carmen' la versión de Merimée con un espectáculo muy visual.

¡Mujeres, vivir de verdad! Con ese grito, esa aclamación, María Pagés reivindica el papel de la mujer actual en su 'Yo, Carmen', un espectáculo cargado de crítica social y en el que la reflexión y el análisis aparece de principio a fin. Su guión en absoluto tiene nada que ver con la Carmen de Merimée, al contrario, se aleja de la visión de la cigarrera hasta el punto de que sólo aparece desde el punto de vista musical.

Su Carmen es una mujer culta, de palabra, de esas que se empeñan, por encima de todo, en sacar adelante su casa. Su Carmen es una madre protectora, a la que afectan el amor y el desamor y que se repone a cualquier adversidad. Es la mujer cotidiana, la que sale a la calle con su bolso, o la que lucha para acabar con las injusticias. Es esa Artemisia Gentileschi que desafía a las normas de una sociedad de hombres.

Su ideario personal se plasma a traves de escenas, de números escogidos y mimados, y en los que brillan con luz propia las coreografías grupales, de excelente ejecución y enorme carácter visual. El estilo 'pagesiano' se percibe en todo el espectáculo como también se hace la evolución de la propia bailaora que veces nos retrotrae e anteriores montajes, al menos en lo que respecta al uso de elementos como el abanico o la luz ténue que ya vimos en Utopía o Flamenco Republic.

Con un trabajo escénico muy conciso, la artista también aborda con madurez muchos momentos de la obra. Su inconfundible estética se alarga, como si de una sombra se tratase, al bailar por alegrías, en ese original paso a dos que realiza con la joven bailaora Macarena Ramírez o en la soleá apolá que casi finiquita el espectáculo. Braceo infinito, equilibrio corporal, técnica, líneas longitudinales, todo forma parte de una artista diferente y que sabe ganarse la atención del público con detalles como el del espejo, donde juega con la profundidad, el número de los tanguillos, en el que muestra su faceta más burlesca adaptando las letras a la vida de hoy en día, o esa alegoría de la serpiente que muda su piel para buscar un cambio cuando encara la última parte del espectáculo.

La elegancia que se desprende en 'Yo, Carmen', que quizás en algunas ocasiones resulte algo repetitiva, se sustenta principalmente en un trabajo musical extraordinario. La adaptación lograda es de diez creando una especie de banda sonora flamenca que nunca pierde el sentido y que la convierten en única. El ejemplo más claro es el conocido como El arreglito de Iradier, en el que las guitarras de Levaniegos y Fyty consiguen que tenga vida propia.

Baile

'Yo, Carmen'

Baile: María Pagés, Isabel Rodríguez, María Vega, Natalia González Alcalá, Lucía Campillo,Sonia Franco, Macarena Ramírez, Paco Berbel y José Antonio Jurado. Cante: Ana Ramón y Loreto de Diego. Guitarra: Rubén Levaniegos y José Carrillo ‘Fyty’. Percusión: Chema Uriarte. Violonchelo: Sergio Menem. Violín: David Moñiz. Idea, dirección y coreografía: María Pagés. Música: George Bizet, Sebastián Iradier, Rubén Levaniegos, Sergio Menem, David Moñiz y María Pagés. Letras: María Zambrano, Akiko Yosano, Marina Tsvetáyeva, Marguite Yourcenar, Margaret Atwood, Belén Reyes,Cécile Kayirebwa, Forug Farrojzad, Widdad Benmoussa y María Pagés. Diseño Iluminación: Pau Fullana. Diseño de vestuario: María Pagés. Diseño de sonido: Mariano García. Diseño de coreografía: José Barrios. Teñido y pintura de telas: Taller María Calderón. Realización de vestuario: Ángel Domingo. Regiduría y maquinaria: Javier Iglesias. Sonido: Mariano García. Día: 25 de febrero de 2015. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno. 

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