Festival de Jerez

El 'año de las castañuelas'

  • Este complemento viaja por los cinco continentes y es el regalo predilecto de muchos visitantes.

Si en Jerez emuláramos a los chinos y le pusiéramos al año el nombre de un animal o una cosa, no cabe duda que este 2017 sería 'El año de las castañuelas'. Se ha erigido en el principal regalo (o negocio) que los visitantes se llevan para las regiones más ignotas del globo. La avalancha está siendo enorme y así lo confirma Federico Abrines, propietario de la emblemática tienda especializada en instrumentos musicales de la calle Lancería.

Puede usted pensar un lugar del mundo hasta el que haya viajado un par de castañuelas y es seguro que hasta allí habrán llegado. El listado es, sencillamente, enorme. Y lo más curioso de todo es que las castañuelas 'jerezanas' que viajan de punta a rabo del globo no son ni mucho menos una de esas copias baratas que se venden como souvenirs. Ni mucho menos. Las más demandas se pagan a 280 euros el par y hay casos en los que hasta diez de estos pares han viajado hasta la capital rusa, Moscú.

No son precisamente baratas, pues las buenas tienen un precio de hasta 280 euros

Obviamente, ante semejante inversión, Federico Abrines, propietario de la referida tienda especializada, no pudo menos que preguntar: "La respuesta que me dieron es que eran para una academia. Yo pregunté de nuevo: ¿Hay una academia de baile en Moscú? Y para mi sorpresa me respondieron. No. No hay una, hay cuatro".

Vayamos con el impresionante listado de lugares hasta los que estos días han viajado (o viajarán) las castañuelas compradas en nuestras ciudad: Moscú, Tokio, Córdoba, San Luis y Patagonia (Argentina), Puerto Rico, Brasilia (Brasil), Osaka (Japón), Emiratos Árabes... El listado parece no tener fin.

Las más vendidas son las que fabrica en Sevilla la empresa 'Castañuelas del Sur', cuyo precio se comprende entre los 100 y los casi 300 euros. Las hay de tela, algodón impregnado en fibra, "que suenan como los cascos de los caballos y son muy apreciadas", apunta el experto Federico Abrines. También las hay de 'tela caramelo'. "La verdad es que este año estamos viviendo el 'boom' de la castañuela", refiere a este medio de comunicación. Un factor esencial en este 'boom' es el hecho de que muchos cursillistas y aficionados se surten en la ciudad de productos que, simplemente, no hay en su país por lo que los llevan allí, ya sea para regalarlos o para venderlos a mayor precio.

Otro artículo muy vendido son las guitarras. Especialmente las del fabricante madrileño López Fernández, las cuales han viajado o viajarán en breve a destinos tan exóticos como Singapur o México. "Ayer -apunta Federico Abrines en referencia al pasado martes- un señor se llevó del orden de ocho juegos de cuerdas de guitarra valorados cada uno de ellos en 55 euros. Ese precio se debe a que los bordones son de plata. La razón que me dio por la compra no fue otro que en su país no se pueden encontrar estas cuerdas. Viajarán a Arabia Saudí". Si algo tiene claro Federico es que a su tienda acude todo tipo de clientes procedentes del Festival de Jerez. "Está el visitante que quiere un recuerdo, el aficionado que desea un producto de calidad y el profesional que solicita excelencia. Afortunadamente -dice- estamos preparados para atenderles a todos".

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