Por cuarto año consecutivo, la Guarida del Ángel ha preparado, de manera paralela a la programación oficial del Festival, todo un calendario de actuaciones dignas de cualquier teatro. Detrás de esta iniciativa, que cada año cuenta con mayor aceptación entre público y artistas, está el empresario Mario González, un aficionado al flamenco cuyo duro trabajo comienza a ver la luz. "Esto surgió casi sin pensarlo. Empecé a programar flamenco, que es lo que me gusta, y ya vamos por la cuarta edición. Nunca pensamos en una segunda ni en una tercera, pero ahí está".

A pesar del enorme esfuerzo que hay que realizar "porque son quince días en los que no se para", el jerezano reconoce que la satisfacción final "merece la pena. Disfrutamos mucho con los artistas en el escenario y después".

El punto de inflexión de este ciclo sucedió el pasado año cuando se programaron con éxito "unos ciencuenta y seis espectáculos", una circunstancia que le ha permitido superar para esta edición "los sesenta y siete si contamos con Manuel Agujetas, que ha sido el último que se ha incluido".

Evidentemente, y es algo que no oculta en ningún momento, González entiende que parte fundamental de este crecimiento "la tienen los artistas porque nosotros no tenemos potencial económico para pagar caché, así que vamos a taquilla, por eso es de agradecer la apuesta que hacen todos los artistas que vienen".

Lo mejor, según confiesa Mario, "es que este ciclo ha comenzado a formar parte de la vida diaria del Festival", al menos así lo ha reconocido "tanto la prensa como el propio público", motivos por los que "hemos seguido apostando por ello este año". No obstante, el objetivo es "que la Guarida sea un referente del flamenco todo el año".

Entre las propuestas seleccionadas, el responsable del negocio resalta "la buena respuesta que hemos tenido por parte de las academias", y al referirse al tipo de público destaca que "hay de todo, desde el público local hasta gente de la provincia y también cursillistas, todo depende del espectáculo".

Aparte del aumento del número de actuaciones, esta IV edición incorpora una novedad más, la del Colmao. "Hemos querido que ese local que se visitaba después de las actuaciones esté aquí, por eso hemos incorporado a Carlos Grilo para que lo lleve".

Dentro de la programación "hemos querido dar el sitio a todo, cante, baile y guitarra, aunque si te digo la verdad, soy un enamorado de la guitarra y me hubiera gustado hacer más cosas con ella, también porque hemos dedicado el ciclo a Paco de Lucía".

González es consciente de que Jerez "no tiene una cultura musical", por eso admite que "la única manera de crearla es cobrar una entrada. Hoy día, tal y como está el flamenco, no se puede regalar, es un error poner las cosas gratis".

Su andadura en estos cuatro años ha sido "a nivel privado, no hemos tenido ayudas, ni siquiera a nivel de difusión por parte de las instituciones locales y es una lástima. A la gente que luchamos por el flamenco, artistas y promotores, deberían prestarnos más atención".