"El fin del proyecto es crear la ilusión". Bajo esta afirmación se sustenta el último montaje del Ballet Flamenco de Andalucía, 'Flamenco, tradición y vanguardia', un montaje que ayer pisó las tablas del Villamarta y que está basado en el proyecto cantera emprendido el pasado año por esta institución, dando rienda suelta a la creatividad de las nuevas generaciones de artistas, cargadas de ideas nuevas y ganas de agradar.

Fiel a su compromiso con la historia, el trabajo aporta continua información, si bien es verdad que, al contrario que '...Aquel Silverio', mucho más barroco y completo en algunos conceptos, la estructura fundamental solo tiene un pilar, el baile. Así, a lo largo de casi hora y media, la compañía andaluza exhibe un excelente resultado coreográfico, al que se le une un proceso de investigación importante, pues en los once números que conforman el espectáculo encontramos reconstrucciones de algunas piezas históricas de la danza española.

Una de las coreografías corales del espectáculo 'Flamenco, tradición y vanguardia', que estuvo ayer en el Villamarta.

Todo discurre con fluidez, aunque quizás, entre tanto carácter metódico, se echa en falta algo más de chispa que rompa la sobriedad sobre la que gira la propuesta. Es algo que sólo encontramos en la última pieza representada, un trabajo coral centrado en el folcklore y que supone un golpe de efecto final, que en este caso concreto sirvió para cerrar de la mejor manera.

Al margen de ello, a la composición se une el necesario valor añadido de Rafael Estévez y Valeriano Paños, dos creadores que, en plenas facultades físicas y artísticas, incorporan su talento a la estructura de la obra, el primero a través de una petenera en la que mantiene su impronta dancística conformada en los últimos años, y el segundo mediante varias apariciones. Una de ellas, el 'Fandango de Boccherini con Cueca' ejecuta a la perfección la coreografía montada específicamente para la ocasión y que se estrenaba ayer, y donde, junto a Sara Jiménez y Macarena López, ofrecen un ejercicio de gran belleza.

Su aportación se completa con una fantasía por farruca, con coreografía propia y basada en los trabajos del Maestro Otero, Antonio Ramírez y Vicente Escudero. Es ahí donde demuestra su elegancia a la hora de ejecutar los pasos, moviéndose con soltura por el escenario y rematando a la perfección cada uno de sus giros. Paños, como siempre, arriesga, y sabe manejar las situaciones como nadie.

Las alusiones o guiños a Vicente Escudero son una constante durante esta obra, y las líneas rectas y esa estética marcada defendida por el artista castellano (como el vestuario), sobrevuelan continuamente el escenario. De ellas destacamos la reconstrucción que el Ballet Flamenco ha hecho de 'Sevilla', que con música de Albéniz, interpretan a la perfección Martí Corbera y Sara Jiménez, espléndida en todo lo que hace.

Dentro del trabajo realizado sobresale también la música de Juan Torres y Pau Vallet, muy inspiradora y con mucha fortaleza sonora, y el papel de las voces cantaoras, en especial la de Sebastián Cruz, muy correcto en cada una de sus intervenciones. La escenografía, por contra, es simple y al igual que hemos visto ya en esta edición del Festival, el recurso de las luces para forjar espacios resulta especialmente llamativo.

BaileFlamenco, tradición y vanguardia

Dirección artística, concepción musical y repertorio: Rafael Estévez. Dirección coreográfica y escénica: Valeriano Paños y Rafael Estévez. Música original: Pau Vallet y Juan Torres. Bailarín principal: Nani Paños. Solista: Macarena López y Sara Jiménez. Bailarines: Alberto Sellés, Martí Corbera, Borja Cortés y Eduardo Leal. Bailarinas: Nadia González, Gloria del Rosario, Carmen Yanes. Guitarras: Juan Torres y Pau Vallés. Cante: Sebastián Cruz, Cheíto y José Luis Pérez-Vera. Día: 4 de marzo de 2018. Lugar: Villamarta. Aforo: Lleno.