Curtido como cantaor de atrás durante muchos años en las compañías de Cristina Hoyos, Manolete, El Güito o Manuela Carrasco entre otros, José Peña Méndez ha acumulado conocimiento y experiencia en las últimas décadas hasta ser respetado como artista dentro y fuera de nuestra ciudad. En su día fue uno de los precursores en abrir las fronteras del flamenco pues sus idas y venidas a Japón, Alemania o Suiza fueron constantes, y ahora lucha por sobrevivir en un mundo en el que existe "mucha hipocresía".

-Se habla mucho estos días de crisis y demás, ¿se nota todo eso en el flamenco?

-La verdad es que un poco sí, aunque depende. Hace poco estuve en Sevilla en una fiesta privada y el que nos contrató puso en el cortijo lo que no había en los escritos, y además nos pagó bien. La crisis está ahí pero tanto como lo quieren poner no. Lo único que hay que hacer es intentar tener un poco de cabeza, porque los artistas sabemos desde siempre que según los meses hay más dinerito o no. Los meses de octubre y noviembre siempre son malos, y a partir de marzo ya empiezan a salir cosas.

-Dicen los que te conocen que ahora has asentado por fin la cabeza, ¿tú lo crees así?

-Sí, por supuesto. Antes no pensaba las cosas y malgastaba mi tiempo y mi dinero. Te voy a contar un detalle. Me eché una novia en Cuba hace unos años y me iba para allá como el que iba a El Puerto o a Sanlúcar, una vez cada semana. Imagínate cuánto me gasté. Ahora me pienso hasta con quién me gasto el dinero. En cuanto al cante yo mismo me doy cuenta de que he cambiado. Escucho actuaciones antiguas mías y la verdad es que me veo diferente. Me veo más centrado, sabiendo lo que quiero hacer y cantando más para mí. Ahora sé lo que llena a la gente y creo que me encuentro muy bien.

-¿Cuesta ahora más que antes vivir del cante?

-Yo creo que sí. El flamenco está peor que nunca. Eso que dice la gente de que el flamenco se encuentra en el mejor momento y está como nunca ha estado, eso es mentira. Es cierto que ahora está mejor pagado, pero como estaba antes no está. Aún así, no me puedo quejar porque el verano ha sido bueno, he estado en la Bienal y en muchos festivales. Además, y es lo que más feliz me ha hecho, he vuelto a actuar en Los Viernes Flamencos donde hacía cuatro años que no cantaba y creo que me salió un buen recital.

-Los aficionados veteranos hablan de que antes la rivalidad entre artistas de Jerez era sana, y ahora ¿cómo es ?

-Hombre, yo me llevo bien con todos los artistas de Jerez, pero sí es verdad que antes era todo más sano, ahora hay mucha hipocresía, mucha mentira y poco compañerismo. Aquí la gente se tira unos a otros y no sé por qué. Jerez es delicado para el flamenco y para todo, no es igual que en cualquier pueblo de por ahí, donde apoyan a los suyos.

-¿Qué echas de menos entonces en esta ciudad?

-Pues mira, sinceramente creo que se debería llevar a cabo una idea que expuso en su día Manuel Morao pero que luego se ha quedado ahí parada. Creo que debería plantearse un sindicato de artistas de Jerez, que sirviera para ayudarnos a todos y estar todos arropados. Es una idea estupenda que se debería retomar.

-En tu caso has tenido que pelear mucho para ser lo que eres. Hoy día, en cambio, cualquiera es artistas ¿Eso os perjudica?

-Claro que sí. Con la edad que tengo nadie me ha regalado nada y me he ganado las cosas a pulso. Entonces, cuando te enteras, porque esto es un pueblo, de que hay gente de Jerez que va a los sitios por equis dinero, te enfadas. La culpa la tiene la gente que llama a estos personajes, que van a cantar por sesenta euros y eso lo que hace es quitar el dinero a los que vivimos de esto. Para mí, esto es un cáncer que tiene el cante de Jerez desde hace unos años.

-Hablame de futuro. ¿Qué otea el horizonte de José Méndez?

-A mí me gustaría grabar un nuevo disco, pero ya se sabe que la cosa no está nada bien con las discográficas. Con internet y esas cosas, es difícil. Yo he hablado ya con algunos artistas como Moraíto, Diego del Morao, Chícharo y Juan Diego, que va a ser mi productor musical, y con Rafael Lorente para que me haga las letras, y bueno estamos viendo cosas. El problema es que la crisis aquí sí ha llegado y las discográficas no están para tirar cohetes. Habrá que esperar a ver si esto mejora. También estoy preparando con Antonio Higuero un proyecto para Pulpón, que seguramente se hará a principios del año que viene, que va a llevar mi nombre.