Gerardo Núñez, guitarrista

"Con la guitarra puedo crear y emocionar, eso no tiene precio"

—¿Qué tiene el Festival de Jerez que no tienen los demás?

—El Festival de Jerez lo que tiene, en primer lugar, es el sitio, el pueblo. Está en el sitio clave. Y lo mejor, después, creo que es la iniciativa por parte de sus rectores de sacar el flamenco del teatro y llevarlo a más sitios.

—¿Cuál es el sitio más raro en el que ha actuado?

—¿Cómo algo ‘friki’? Yo de lo que me acuerdo fue en una ermita en Cerdeña, a las diez de la mañana. Para llegar a ella tuvimos que andar dos kilómetros, y allí nada más que cabían diez personas. Fue curioso porque empezamos a tocar y fuera estaba lleno de gente que aplaudía, era como una romería pero bajo un silencio impresionante.

—¿Con quién se daría una pataíta con Zapatero o con Rajoy?

—Con ninguno de los dos.

—Si fuese político, ¿qué sería lo primero que cambiaría?

—Los políticos prácticamente pueden hacer bien poco. El poder mundial no está en manos de ellos. No me gustaría como ciudadano ser tan eslabón de esta cadena mundial que no nos permite dirigir nuestra vida.

—¿Qué palo le da más ‘palo’?

—Hombre hay palos que no los toco. No los menciono porque traen mal ‘bajío’. Soy muy supersticioso y tengo mis propios cacaos mentales.

—Con la crisis, ¿el flamenco da para forrarse o para con tranquilidad llenar la nevera?

—El flamenco no es una industria. El flamenco falta que se convierta en negocio porque tenemos un producto único, con una demanda del mundo mundial impresionante. Hay que sacar el vino y llevarlo a las tiendas de todo el mundo, no limitarse a coger la producción vitivinícola, entregarla al Consejo Regulador y que te paguen a los dos años lo que pacten. Con el flamenco pasa igual. Hay que llevar el flamenco a la tienda y si eso se enjaretase todos estaríamos bastante bien económicamente.

—¿Hay algo que le dé ‘jindama’ en el flamenco actual?

—En el flamenco nada, pero nos dan ‘jindama’ los vuelos en avión. Sobre todo cuando vas a Estados Unidos o Japón y te coge una tormenta por medio del Pacífico. Ahí te cagas directamente (risas).

—¿A quién o qué se llevaría a una isla desierta?

—Espero que dure mucho tiempo Radio Nacional de España 3. Ahí por lo menos puedo escuchar algo de flamenco, jazz... Entre todos debemos proteger lo nuestro para no ser una simple mota dentro de esa globalización que nos hace desaparecer. Me da miedo la globalización.

—¿Qué artista le pone o le ponía más?

—Ahora la Beyoncé... (risas).

—¿Quién da más el cante en el flamenco actual?

—Dan el cante los ingenieros del flamenco, que hay muchos y poco instruidos.

—¿A quién o a qué le haría un desplante?

—A los hospitales. Ytambién al sistema educativo actual.

—¿De qué va usted por la vida?

—Voy de una persona que tiene ya una cierta edad, que ha tocado muchísimo, que lo que más le gusta en el mundo es disfrutar de la música, compartirla con mis compañeros; y, simplemente, de músico, de guitarrista, de tocaor. La verdad es que la música y la guitarra me han dado la capacidad de crear y de emocionar, que es algo que no tiene precio.

—De no haber sido artista, ¿qué otra profesión hubiese elegido?

—Hubiera sido físico. Estaba en el Coloma (un instituto de Jerez) y se me daban bien las matemáticas y la física. Iba aprobando...

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