Cante

El milagro generacional

A pesar de que en Jerez todavía hay gente que no confía en el futuro del cante, el baile o el toque flamenco, no tenemos por menos que reconocer el milagro que se produce en esta tierra con el arte jondo en cualquier momento. Algo que no está ocurriendo en otros puntos de la geografía andaluza que históricamente han aportado grandes intérpretes y creadores a esta cultura.

Jerez, insistimos, sigue teniendo fuerza en ese aspecto y de nuevo se pone en valor la continuidad de esta expresión. Claro ejemplo es el trabajo discográfico 'Pasaje en el tiempo', en el que participan tres jóvenes cantaores que apuestan por la tradición que heredan de generaciones atrás. En este caso ocurre también con la guitarra, que pertenece a una saga de tocaores de trascendental importancia.

En la puesta de largo de este proyecto, que se presentó el viernes noche en Sala Paúl, pudimos apreciar cómo se mantiene vivo ese concepto de familia, de padres a hijos. De ahí que Enrique Soto 'Sordera' tuviera a bien pasar el testigo, salvando las distancias, a Manuel de la Nina, Enrique 'El Zambo' hiciera lo propio con su hijo Rafael, Juana Carrasco confiara el tesoro de la familia a su hijo Enrique Remache, y el veterano Pepe 'El Zorri' dejara sus botas a Saray García. También se disfrutó del apadrinamiento de Manuel Parrilla hacia Fernando del Morao en un gesto impagable y que aún hace más grande al insigne tocaor que ya sabemos de su inalcanzable nivel.

La propuesta, cuidada y bien regida por David Lagos, productor musical del proyecto, muestra una amalgama de estilos variados, interpretados por los tres gitanos que se unen con Fernando y Parrilla. Al inicio nos reciben a capela, los tres ante el respetable, para interpretar tonás, martinetes e incluso una saeta que realiza de forma brillante Manuel de la Nina. Enrique Remache convence por tarantos y seguiriyas, atreviéndose con la cabal que popularizó 'El Serna', dejando un sabor de boca inmejorable, estuvo sublime. De la Nina, tras la saeta nos regala una soleá por bulerías con esa voz que parece que se rompe, a veces se arriesga demasiado, pero que cada vez crece y crece con más fuerza, y en la malagueña sabe jugar con los bajos consiguiendo conectar con el público y persuadir desde la pureza. Rafael 'El Zambo', por su parte, lleva a cabo unos tientos clásicos que muestran su alto grado de afición, amén de su conocimiento en la ejecución, hecho que se constata en la soleá posterior dejando un gusto exquisito. Rafael llena el escenario. La noche nos da la oportunidad de descubrir más a fondo el toque de Fernando del Morao, llevando a gala la escuela de su casa con la responsabilidad que se requiere y rozando un nivel alto, causa una gran sensación en el toque de acompañamiento.

Y por si fuese poco, a la noche no le falta el baile. Lo pone una Saray García colosal en el baile por alegrías y cantiñas que acompaña la voz de Rafael del Zambo. Esta jerezana aprovechó bien los diez minutos que tuvo para dar un golpe sobre el escenario a base de una técnica depurada y un sentimiento a flor de piel, dejando claro que es una de las bailaoras con más futuro de Jerez y que sigue alcanzando metas cada vez que se sube a las tablas. Pero no todo quedó ahí. Aparte de la ronda de fandangos, donde se dio lo que quedaba, todos a la vez protagonizan un fin de fiesta emblemático con las voces de Enrique 'Sordera', un gran maestro del cante jerezano que tuvimos la suerte de disfrutar por unos minutos, Enrique 'El Zambo', con ese ritmo que contagia a los más serenos y que se mete en el cuerpo para no dejarte en toda la noche, y el baile de Pepe 'El Zorri', causando siempre sorpresa por su rapidez y su gracia, así como la elegancia en las muñecas de Juana Carrasco, que pone el sabor añejo y selecto.

Un milagro, un verdadero milagro, que aún se da en Jerez y que no hubiera sido posible sin personalidades como Antonio Ramírez de Tabanco El Pasaje, productor ejecutivo de la obra musical y que apuesta por el flamenco desde la generosidad.

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