Festival de Jerez

La periodista Christine Diger presenta la biografía del bailaor Manolo Marín

  • El libro, que se ha editado de momento sólo en francés, recoge también todas sus coreografías

La periodista Christine Diger presentó ayer en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco el libro ‘Tout ce que je veux c’est danser’ (Atlantica Editions, 2017). Se trata de la primera biografía del bailaor sevillano, un trabajo que por el momento sólo se ha publicado en francés pero que tal y como afirmó ayer su autora “pronto estará en España”. El acto fue conducido por Rosalía Gómez y contó con la presencia de la escritora gala y el bailaor Manolo Marín. La obra se estructura en torno a cinco capítulos en los que se ahonda en la trayectoria y vida profesional del artista. En su discurso, Christine Diger agradeció emocionada “que Manolo me haya abierto las puertas de su casa y su corazón”, para llevar a cabo un intensivo trabajo que le ha hecho moverse en torno a un triángulo compuesto por París, Sevilla y Jerez, ciudades donde ha obtenido información sobre el maestro trianero. Marín, por su parte, felicitó a la periodista “por su paciencia, porque ya soy más viejo y tengo un mal humor horrible”, afirmó entre risas. Además, destacó que “ha profundidado en todo, no sólo en mi carrera sino también en mi familia y el contexto social”. Del mismo modo, admitió que “para mí Francia ha sido siempre mi segundo país, porque fue de los primeros sitios a los que fui”. Christine Diger explicó que de los cinco capítulos, el primero se centra “en la niñez, desde que nace, que curiosamente se produce el mismo año de la muerte de Lorca, hasta los siete años”; el segundo aborda “sus primeros pasos en los concursos de Sevilla junto con su hermana Dorita”; el tercero, “su marcha a Barcelona con la familia, donde comienza su carrera profesional”. El cuarto y el quinto capítulo transcurre entre “París y su regreso a Sevilla para inaugurar su academia”, establecida durante casi cuarenta años en Rodrigo de Triana. El libro contiene también, “algo que hacía falta”, -puntualizó Rosalía Gómez-, todas sus coreografías, un trabajo “muy laborioso”, señaló su autora. El propio Manolo Marín se encargó de citar algunas de las que mejor recuerdo tiene, como aquel Azabache “que hicimos con Rocío Jurado. Eso fue irrepetible porque estuvimos dos meses, y yo tenía 60 bailaores a mi cargo”, y “A contratiempo”. La presentación finalizó con el repaso de algunas anécdotas graciosas y con un vídeo de la Bienal donde Marín se expresaba enérgicamente por tangos de Triana.

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