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Las primeras grandes figuras del baile (5)

Una gran figura del baile flamenco fue La Tanguera, cuyo nombre de pila era Rafaela Valverde. Vivió entre los siglos XIX y XX. Nacida en Ciudad Real, falleció en Barcelona. Debutó profesionalmente a los once años en el madrileño Café de la Encomienda. Después perteneció durante largas temporadas al elenco del Café de la Marina y más tarde al del Café Los Naranjeros, también actuó en el Salón Kursaal, para después bailar en los escenarios sevillanos. En 1911, era la primera figura del Palacio de Cristal de Valencia. Seguidamente recorrió con su arte distintos locales de Barcelona, espacialmente bailó en el Café de Sevilla, y de Madrid, entre ellos el llamado Villa Rosa. Al decir de Fernando de Triana, en su libro "Arte y Artistas Flamencos": "Esta sin par artista del baile reúne todas las cualidades que hacen falta para ejecutar con inimitable gracia el garrotín, la farruca, el tango y la bulería. Figura, gesto picaresco, gracejo en sus inimitables y rítmicas contorsiones, facilísima ejecución de pies y todo lo necesario para destacarse eminentemente en estos bailes".

Fernando Mendoza Ríos (Sevilla, segunda mitad del siglo XIX-Madrid, 1938), fue famosísimo con el nombre artístico de Faíco. La trayectoria de este singular bailaor fue muy extensa, pasando de los cafés cantantes a los teatros de toda España y de París. Actuó varias veces en el extranjero, en capitales como Buenos Aires, y formó parte del espectáculo "El embrujo de Sevilla", que se estrenó en Londres. El Maestro Otero, comentaría su arte con las siguientes palabras: "Faico bailaba bastante bien los tangos y por alegrías o juguetillos, que es lo mismo, y lo que hizo fue amoldar los movimientos de los bailes flamencos a distintas músicas". Puede considerarse que Faíco fue un evolucionista del género, cotizándose muy bien económicamente su presencia en los escenarios.

Natural de Sevilla, Antonio Vidal (Siglo XIX), de nombre artístico Antonio el de Bilbao, falleció en Buenos Aires, cunado ya se dedicaba a la enseñanza. Sus comienzos fueron precisamente en Bilbao, de ahí su nombre cartelero. Perteneció a distintos cafés cantantes madrileños. A continuación su carrera profesional fue muy brillante, con el espectáculo "El Embrujo de Sevilla" actuó en Londres, después en el Colmao La Feria de París, donde obtuvo un gran éxito y desde donde pasó al Cabaret La Rata Muerta de Pingalle. Tras estos triunfos regresó a Sevilla, para bailar en sus cafés cantantes, entre ellos el Café Naranjeros. A continuación pasaría por La Habana y volvería a España, para formar parte de una compañía en gira por toda la geografía nacional. Viajó de nuevo a América, recorriendo distintos países, finalizando su vida artística en Argentina. Ha quedado en los anales del arte flamenco como uno de los intérpretes de mayor resonancia internacional.

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