Consciente de que no es el mejor momento para hacer grandes gastos, la reina Isabel de Inglaterra suele encargar que usen telas antiguas del almacén del palacio de Buckingham para elaborar su vestuario. Así lo ha asegurado una de sus modistas, Angela Kelly, en el libro Dressing the Queen: The Jubilee Wardrobe (Vistiendo a la Reina: el vestuario del Jubileo), publicado con motivo de los 60 años en el trono de la soberana británica. Llama la atención que algunas de esas telas tengan más de cuarenta años de antigüedad.