La modelo Kate Moss no está atravesando por uno de sus mejores momentos. Su novio, el aristócrata Nicola von Bismark, ha tenido que ser ingresado en una clínica de desintoxicación de Estados Unidos. Han sido los padres del fotógrafo los que han decidido que lo mejor es que pase el periodo de desintoxicación apartado de Europa y de Kate, ya que consideran que la top es una mala influencia para él. No es la primera vez que el joven, de 30 años, tiene que ser ingresado en una clínica de desintoxicación por sus excesos. El año pasado se tiró por una ventana de la casa de campo de la modelo porque creyó que una de las estatuas del jardín era un ladrón que se había colado en el interior de la vivienda.

En esta ocasión Kate se teme lo peor y está convencida de que cuando Nik salga de la clínica su relación nunca volverá a ser la misma.