Pasarela

El año deSofía

  • La benjamina de los Reyes ha dado el estirón

  • La Infanta cumplirá 10 años el próximo día 29 y en unas semanas celebrará su primera comunión

La Casa Real ya no tiene niños pequeños que correteen por los jardines de Zarzuela. La benjamina de los Reyes, la Infanta Sofía, ha dado un estirón en los últimos meses y apenas se notan los dos cursos de diferencia que le saca su hermana mayor, la Princesa de Asturias, a la que iguala en altura. Sofía de Borbón cumplirá el próximo sábado 10 años y en pocas semanas será la auténtica protagonista de su familia cuando reciba la primera comunión junto a sus compañeros del colegio Santa María de Rosales. A pesar de que es deseo expreso de sus padres que el acto transcurra de forma privada, ya se sabe que la ceremonia tendrá lugar en la semana del 15 al 20 (será un día lectivo) en la parroquia de Asunción de Nuestra Señora de Aravaca, la misma iglesia en la que recibió el sacramento su hermana mayor hace ahora dos años. Como sucedió con Doña Leonor, la Infanta acudirá a la iglesia con el uniforme del colegio, una blazer azul marino y corbata azul con rayas amarillas. Sólo estará acompañada por siete familiares, seguramente los mismos que arroparon a la primogénita de los Reyes: sus padres, sus cuatro abuelos y su bisabuela materna, Menchu del Valle, a la que las hijas de los Reyes tienen mucho afecto. No tendrá distinciones con el resto de sus compañeros.

Doña Sofía siempre ha sido el ojito derecho de su madre, que vela en todo momento porque no tenga celos de la Princesa heredera. Su nacimiento colmó de felicidad a su entorno más cercano, sobre todo a Doña Letizia, que encontró en ella una tabla de salvación en uno de los momentos más complicados de su vida, ya que hacía sólo tres meses que su hermana menor, Erika, había aparecido muerta por la ingesta masiva de tranquilizantes con sólo 32 años. Doña Letizia, entonces Princesa de Asturias, hizo frente a aquel revés de la vida volcándose en el cuidado de sus niñas, con las que se deshizo en mimos.

Doña Sofía sólo ha heredado de su abuela paterna el nombre, ya que de aspecto es la más Ortiz de las dos hermanas. Sus grandes ojos marrones y su cuerpo recio recuerdan mucho al de su familia materna, con la que por cierto mantiene mucha relación, sobre todo con su abuela Paloma, que ejerce de cuidadora de las hijas de los Reyes cada vez que éstos tienen que ausentarse de Palacio por motivos de agenda.

Los que conocen a la benjamina de los Reyes aseguran que es la más inquieta y espontánea de las dos hermanas y que es una gran apasionada de las nuevas tecnologías. Tanto es así que con sólo siete años el regalo que le hizo a Don Felipe por el día del padre fue una lista de canciones que ella misma había descargado en un soporte digital. También en el colegio destaca por ser una alumna brillante, como su hermana mayor, a la que siempre ha considerado su modelo a seguir.

A pesar de su corta edad, Sofía sabe perfectamente que el destino no tiene reservado para ella los mismos beneplácitos que a su hermana (sólo hay que ver cómo en los actos oficiales en los que participa siempre deja que sea Leonor la que camine por delante de sus pasos). Por mucho que sus padres se empeñen en educarlas sin distinciones y las incluyan a ambas en los pocos actos oficiales en los que participa la Princesa heredera, la niña no tiene que indagar mucho para darse cuenta de que hay detalles que marcan la diferencia entre las dos. Sin ir más lejos, en la página web de la Casa Real ella es el único miembro de los Borbón-Ortiz que no aparece, ya que, a diferencia de otras monarquías europeas que dan el mismo tratamiento en la web a todos sus hijos, en el caso de la Casa Real Española sólo han colgado biografías e imágenes de los reyes eméritos, de los actuales reyes y de la princesa heredera, por lo que en la página la única que no aparece es la Infanta Sofía.

La relación entre las dos hermanas siempre ha sido excelente, como así se demuestra en cada acto oficial en el que participan, donde no dejan de lanzarse miradas cómplices y comentan por lo 'bajini' los asuntos que más le llaman la atención. Todavía se recuerdan las risas cómplices de las dos pequeñas en la tribuna oficial el día que vieron por primera vez a la cabra de la legión en el desfile militar del 12 de octubre. A pesar de todo, la benjamina de los Borbón no puede dejar de sentirse marginada en algunos actos en los que su hermana empieza a ejercer de Princesa de Asturias, como las primeras fotos oficiales que se hicieron de Doña Leonor con su padre, entonces Príncipe, y su abuelo Don Juan Carlos, siendo éste Rey. Se trataba de las primeras fotos oficiales de las tres generaciones de Borbones, si bien ante la pataleta de Doña Sofía, las mismas fotografías tuvieron que repetirse luego con ella, aunque éstas no salieran publicadas en ningún sitio y quedaran exclusivamente para el álbum familiar.

Está claro que son muchas las diferencias que, quieran sus padres o no, marcarán la educación y el futuro inmediato de la Princesa de Asturias y la Infanta. De un lado, Doña Leonor tendrá que realizar más pronto que tarde su primer discurso en público, seguramente coincidiendo con una entrega de los Premios Princesa de Asturias, y recibirá, como en su día lo hizo su padre, formación castrense en las tres academias militares. Tanto lo uno como lo otro son condiciones expresas para la princesa heredera, por lo que Doña Sofía quedará exenta de ambas. Será también más libre a la hora de decidir su formación académica y su futuro.

Lo que está claro es que, de momento, tanto ella como su hermana están disfrutando de una infancia que en poco se diferencia a las de cualquier niño de su edad, aunque esta decisión haya sido en ocasiones motivo de crítica hacia los Reyes.

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