Cariñoso y cercano en el trato, Tomás Terry nada en el mar de las relaciones sociales como pez en el agua. Miembro de una de las familias bodegueras más conocidas de nuestro país -y socio de la agencia Eventos 10, junto a la relaciones públicas, Silvia Peris-, el empresario puede presumir de haber tratado de tú a tú a referentes sociales como Isabel Preysler, Nicole Kidman, George Clooney o Sofía Loren, junto a los que ha coincidido en citas como el Sicab, en Sevilla, y otros eventos que él organiza para firmas como Porcelanosa. Hace unos días visitó Buckingham Palace y asistió, en primera persona, al encuentro entre los Príncipes de Gales y la duquesa de Alba y sus hijos Cayetano y Eugenia.

-Tomás, ¿qué tal resultó ese momento entre Cayetana y la familia real británica?

-Maravilloso. La reina de Inglaterra le dejó el palacio a su primogénito para un fin social que, en este caso, era la Asociación Niños con Talento. Me invitaron mis amigos de Porcelanosa y, como el príncipe quería conocer a la duquesa de Alba, se organizó un breve y cálido encuentro privado antes de la cena donde yo les presenté. Luego, durante la comida, Cayetana se sentó a la derecha de Carlos y, como tiene un inglés perfecto, charló muchísimo.

-¿Cuál es su opinión de la monarquía del Reino Unido?

-Me encanta. Está peor considerada aquí que en su propio país. La reina ha hecho un trabajo espléndido y el príncipe Carlos tiene grandes inquietudes. Se preocupa de la conservación de las tradiciones y es una persona muy activa. Al resto de sus integrantes, la verdad es que aún no los conozco.

-¿Cambian mucho todos estos personajes en el trato más personal?

-Sí, claro. Los actores desempeñan un papel y, aunque luego unos resultan más naturales que otros, en el fondo son como todo el mundo.

-¿Queda alguien a quien le gustaría conocer y al que aún no ha accedido?

-El Papa. Lo he visto en la Misa del Gallo en el Vaticano pero no pude acercarme. En otros ámbitos, como en el del cine, me llaman más la atención gente que ha desaparecido como Ingrid Bergman o Anna Magnani, grandes divas que, desgraciadamente, ya no están con nosotros.

-Creo que guarda un especial recuerdo de Sofía Loren...

-Es que tenía mucha ilusión en poderla traer al Salón Internacional del Caballo y, cuando lo logré, no me lo creía. Quedé impresionado por su espléndida madurez y por ser tan comunicativa. Otros comentaron que les pareció antipática y altiva pero no es cierto. Al menos, no conmigo...