Pasarela

"La única que me mete en la cocina es mi hija Cayetana"

  • El diestro acude a la apertura de ‘The Iberico Ham House’ en Londres, el primer establecimiento dedicado al jamón ibérico en la capital inglesa

La relación del torero Fran Rivera con la prensa siempre ha sido controvertida. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el diestro parece haber encontrado también el equilibrio en este sentido y, no respondiendo a aquellas cuestiones sobre las que no le apetece hablar, suele atender de buen grado sus compromisos mediáticos.

Así hizo el martes por la noche cuando, en los almacenes Harrod's -máximo símbolo del lujo de la capital inglesa-, asistió para la inauguración de The Iberico Ham House, rincón pensado para convencer de las excelencias del jamón serrano a nuestros vecinos británicos.

Elegante como siempre, el matador se mostró orgulloso de ver que lo español rompe fronteras y, aunque no se pronunció sobre su comentado noviazgo con la modelo Elisabeth Reyes, sí quiso confesarse en terrenos, hasta ahora, desconocidos para el gran público. Como son su gusto por el jamón ibérico y por la buena mesa. Aunque lo de meterse entre fogones lo lleve regular cuando no es por ¡imposición! de su única hija, Cayetana.

-¿Qué le parece que, al final, sigan siendo los mismos tópicos los que nos identifiquen?

-Bueno, a España se la conoce por el flamenco, la fiesta nacional y el sol. Eso es así, le guste a quien le guste y le pique a quien le pique. En cuanto al jamón, verlo en un rincón como éste de Harrod's es impresionante. A ver si entre todos lo encumbramos al lugar donde debiera estar. Yo, por ejemplo, lo comparo con el caviar.

-Evidencia, por tanto, que es usted "jamonero"…

-Claro (risas). Me encanta. Es bueno para todo. Ya se sabe: "Del cochino, hasta los andares" (risas).

-¿Sibarita a la hora de sentarse a la mesa?

-Sí. Me gusta comer y comer bien.

-¿Y en la cocina? ¿Entra alguna vez?

-Nada… Ni me gusta, ni sé, ni nada (risas). La única persona que me mete en la cocina es mi hija Cayetana.

-¿Qué le prepara?

-No sé. ¡Lo que puedo y me sale! (risas).

-Tampoco es que le sobre el tiempo, ¿no? Porque, profesionalmente, no descansa. ¿Cómo lo hace para organizarse con tantos frentes abiertos?

-Tengo un equipo fantástico de gente y, luego, luchando mucho y levantándome muy temprano. En la cuestión publicitaria, las empresas que me apoyan entienden que lo primero es el toro. No me veo lejos de él puesto que es ahí donde me siento feliz. Mis prioridades en la vida son mi hija, el toro y, acompañándote la salud y con trabajo, el resto.

-No menciona el amor…

-El amor por supuesto.

-Fran, en esta fiesta hay unos cuantos compañeros que han venido para hacerle una sola pregunta… (Elisabeth Reyes). ¿Lo sabía?

-Sí (risas). Algo me imaginaba.

-¿Se conciencia sobre ello antes de comparecer en un acto público?

-Mira, un amigo al que guardo mucho cariño me dio un consejo una vez. No es algo sencillo de cumplir pero yo lo he convertido en la columna vertebral de mi filosofía personal. "El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras", me dijo. Así que…

-Frank Sinatra imaginaba el cielo como un lugar sin periodistas…

-Totalmente de acuerdo con él. ¡Al cien por cien! (risas). Aparte de bromas, ésta es una actividad de la que la gente necesita saber. Debemos que convivir pero con una base de respeto que no puede romperse. El problema es que es tal la cantidad de dinero que se mueve que eso atrae a buenos… y a malos. Tengo derecho a una vida privada y eso frecuentemente se rompe con demasiada ligereza.

-¿Y si su niña decide dedicarse al sector de la información?

-La apoyaré. Tiene derecho a escoger lo que quiera y ahí estará su padre para ayudarle.

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